El ex mandatario egipcio, Hosni Mubarak, fue absuelto de los cargos que pesaban contra él por la muerte de manifestantes en la revolución que lo derrocó en 2011, según la sentencia pronunciada por el juez Mahmud al Rachidi.
Además, también fue absuelto del caso de corrupción y enriquecimiento ilícito por la exportación de crudo a Israel a precios supuestamente inferiores a los del mercado.
Otros cinco responsables de seguridad, entre ellos el ex ministro de Interior del ex presidente Mubarak, también fueron absueltos este sábado en el juicio por complicidad en la muerte de cientos de manifestantes durante la revuelta de 2011. El ex ministro del Interior Habib al Adly y otros cuatro responsables de seguridad fueron declarados “inocentes” por el juez.
El juicio del siglo
Hosni Mubarak llegó este sábado temprano al Tribunal Penal de El Cairo para escuchar la sentencia prevista en la repetición del juicio que afrontaba por la muerte de manifestantes en 2011. La agencia oficial de noticias Mena informó de la llegada de Mubarak en helicóptero, y del resto de acusados en ese caso, que en su día fue denominado ‘el juicio del siglo’.
Esta vista resulta del aplazamiento, el pasado 26 de septiembre, de la lectura del fallo por parte del mismo tribunal. El juez Mahmud al Rachidi explicó entonces que solo pudo revisar el 60 % de la documentación del caso, que consta de unos 160.000 folios.
Además, Mubarak afrontaba cargos, junto a sus dos hijos Alaa y Gamal y al empresario fugado Husein Salem, por supuesta corrupción y enriquecimiento ilícito por la exportación de crudo a Israel a precios supuestamente inferiores a los del mercado.
El nuevo juicio a Mubarak comenzó el 13 de abril de 2013, después de que en enero de ese año una corte anulara la condena a cadena perpetua impuesta al ex presidente y a Al Adli por irregularidades, y resolviese repetir el juicio.
El pasado 13 de agosto, Mubarak pudo hablar ante el juez por primera vez desde que fuera detenido y defendió el legado de sus tres décadas de mandato. En la que dijo que sería su última alocución a los egipcios, reiteró su inocencia ante el tribunal que lo juzga.
A sus 86 años, cumple condena por un caso de corrupción en el hospital militar de Maadi, en El Cairo, adonde fue trasladado por su precario estado de salud desde la cercana prisión de Tora.
Concretamente, fue condenado en mayo pasado a tres años de cárcel por apropiación indebida de fondos públicos, en un caso relacionado con el presupuesto de los palacios presidenciales y en el que sus hijos Alaa y Gamal recibieron penas de cuatro años por los mismos cargos.
VLCNoticias|Redacción