El esplendor artístico de Valencia se refleja en su Catedral. Ésta ofrece una sucesión y superposición de estilos que van del tardo románico al máximo esplendor del gótico, del renacimiento más puro al barroco más exuberante, para terminar en el neoclasicismo más académico. Esta riqueza artística es el reflejo de una ciudad rica y abierta a todo tipo de corrientes culturales.
Los ángeles músicos de la Catedral de Valencia fueron realizados en el periodo conocido como la Edad de Oro de Valencia, época en que la ciudad brilló por si sola en el Reino de Aragón.
En 1472, el cardenal Rodrigo de Borja, arzobispo de Valencia, fue enviado como legado del papa Sixto IV al reino hispano para obtener su colaboración en la cruzada contra el turco y para resolver los defectos de forma existentes en el matrimonio de Fernando de Aragón e Isabel de Castilla. En el séquito que acompañaba al futuro pontífice Alejandro VI se encontraban los pintores italianos: Paolo di San Leocadio y Francesco Pagano.
En Valencia, el 28 de julio de 1472, el cardenal, el cabildo y los mencionados pintores estipularon un contrato por valor de 3.000 ducados para la decoración de la capilla mayor. El contrato especificaba, entre otras cosas, cual debía ser la técnica de ejecución, las condiciones y los materiales a emplear.
En 1670 el arzobispo de Valencia Luis Alonso de los Cameros encargó una nueva y espectacular decoración barroca. Una nueva bóveda ocultó los frescos renacentistas, que se hallaban ennegrecidos por el humo de las lámparas de aceite y velas. Desde ese momento los ángeles músicos nunca más se volvieron a ver.
El 22 de junio de 2004, durante los trabajos de restauración de la capilla principal de la Catedral de Valencia, a través de una abertura existente en la bóveda barroca, los frescos de los ángeles músicos volvieron a ser vistos y fotografiados. Su estado de conservación y la alta calidad de la pintura era tan sorprendente que motivó un pormenorizado estudio y una reflexión en la que participaron historiadores, ingenieros, biólogos, químicos, físicos, arquitectos y restauradores para decidir que se hacía con la capilla.
Después de muchos estudios y del consecuente trabajo de restauración, desde 2006 se pueden ver de nuevo los frescos de los ángeles músicos de la Catedral de Valencia, uno de los principales ejemplos de su Edad de Oro.
Los instrumentos
Ángeles tocando instrumentos musicales han sido representados cantando a la Virgen con el Niño en la pintura medieval y renacentista para simbolizar la armonía y gloria celestial. Los doce ángeles músicos de la Catedral de Valencia se insertan de pleno en esta tradición cultural.
Los instrumentos musicales reproducidos en los frescos pertenecen a tres tipologías: instrumentos de cuerda, aire y percusión. Así, vemos un laúd, un arpa, una vihuela de mano, una vihuela de arco, una cítara, una dulcema, dos trompetas, una flauta doble, una chirimía , un órgano portátil y un aro de sonajas respectivamente.
Los instrumentos fueron reproducidos fielmente y utilizados en el concierto que se ofreció al papa Benedicto XVI con motivo de su visita a Valencia.
Lugar:
Museo Centro del Carmen de Valencia, Sala Contrafuertes
Organiza:
Generalitat Valenciana a través del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana
Colaboradores de la Generalitat:
Instituto Valenciano de conservación y Restauración de Bienes Culturales
Instituto Valenciano de la música
VLC Ciudad / Redacción