CyberCamp 2014, el primer foro europeo que tiene como objetivo captar talento e innovación en el sector de la ciberseguridad, afronta hoy el último día de la que está siendo su primera edición.
La jornada de hoy está teniendo como protagonistas indiscutibles a las más de 600 familias que han participado en el programa especial de talleres y actividades que, en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los mayores expertos en ciberseguridad del mundo, se han desarrollado en CyberCamp para concienciar respecto al uso seguro de las nuevas tecnologías y sensibilizar sobre los diferentes riesgos y amenazas que coexisten a día de hoy en Internet.
En este contexto, uno de los invitados clave de CyberCamp 2014 ha sido el juez de menores Emilio Calatayud quien ha alertado de que “los dispositivos móviles son una herramienta muy poderosa para delinquir o ser víctima de un delito y es responsabilidad de los padres proteger a los menores educándoles e imponiéndoles condiciones de uso”. Para el magistrado, “la edad mínima que debería pactarse para poder usar un móvil son los 14 años; es crucial que las autoridades trabajen por un pacto de uso de los dispositivos para los menores y, para todos, recuperar el sentido común. El acceso a la red es algo muy bueno pero también muy peligroso”.
El Foro de Familias de CyberCamp se ha completado con la participación de expertos en áreas críticas como la prevención del ciberacoso infantil; la concienciación sobre los peligros de Internet; los usos y abusos de Internet; claves sobre criptografía para niños; control parental o uso seguro de las redes sociales.
Temas que deberían ganar peso y concienciación por parte de la sociedad a tenor de que “los dispositivos móviles son una droga y, su abuso o mal uso es realmente tóxico. A día de hoy, una de las mayores causas de ingreso clínico por trastorno psíquico de niños y jóvenes es la adicción a la tecnología móvil” – explica Calatayud-.
En paralelo se han desarollado talleres especiales para despertar la inquietud de los más jóvenes y estimular su pasión por la tecnología. Y todo en un ambiente divertido para que los más pequeños disfruten con actividades altamente creativas como, entre otras, presenciar talleres musicales, acceder a zonas de juegos educativos con videoconsolas o la posibilidad de interactuar y programar robots gracias a un teléfono móvil.