(Washington/Agencias) El 114 Congreso de Estados Unidos estrenó su mayoría republicana en ambas cámaras con promesas de enviar al presidente Barack Obama legislaciones que el mandatario ha prometido que vetará, según informa el diario Excelsior y diversas agencias de noticias.
Con ceremonia, juramentos y la elección de los líderes de la Cámara de Representantes y el Senado, el Poder Legislativo estrenó un nuevo mandato que promete continuas afrentas a la Casa Blanca en asuntos como el polémico oleoducto Keystone XL, inmigración o cambios en política exterior como en el caso del acercamiento a Cuba.
Los 36 senadores elegidos en las urnas el pasado otoño juraron su cargo ante el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, entre ellos los ocho nuevos senadores republicanos que dieron la vuelta al equilibrio de poder mantenido desde los comicios de 2010 y que permiten que por primera vez desde 2007 los republicanos controlen las dos cámaras.
El nuevo Congreso renovó como presidente de la Cámara de Representantes al republicano John Boehner, al que 25 miembros de su bancada dieron la espalda en la votación, y eligió al senador Mitch McConnell como líder de la nueva mayoría republicana de 54 senadores, poniendo fin al mandato del demócrata Harry Reid.
“Nos esperan trabajos arduos”, dijo el líder de la nueva mayoría en el Senado, Mitch McConnell. “Me siento realmente optimista sobre lo que podemos lograr”.
Por su parte, John Boehner, quien enfrentó un intento de destitución por parte del movimiento Tea Party, pero fue reelegido por sus colegas, dijo que los republicanos buscarán el apoyo de Obama para medidas relacionadas con empleo, energía y atención a veteranos de guerra.
A partir de hoy, los conservadores no deberían tener problemas (a excepción de rebeliones internas más numerosas que la de hoy con la elección de Boehner) para aprobar legislaciones y enviar al despacho de Obama propuestas que el mandatario podría rechazar firmar o verse obligado a negociar.
La primera afrenta será la polémica aprobación para construir el oleoducto de Keystone XL, que transportaría 830 mil barriles de crudo pesado diarios desde Canadá al golfo de México y que ayer el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que Obama vetará haciendo uso de su poder Ejecutivo.
Un proyecto de ley para dar luz verde al oleoducto fue presentado ayer en el Senado con el apoyo de 60 senadores (54 republicanos y 6 demócratas), lo que garantiza la aprobación de esta inversión de ocho mil millones de dólares.
El poder de veto podría ser la última trinchera para Obama, quien a partir de ayer y hasta enero de 2017 tendrá que trabajar sin la simpatía de la mayoría del Capitolio en economía, comercio y ambiciosos cambios de rumbo como el acercamiento hacia Cuba.
No parece haber fisuras entre los republicanos en su oposición a la normalización de relaciones con Cuba y especialmente en zonas en las que tienen poder para frenar las acciones ejecutivas de la Casa Blanca, como sería el caso del histórico nombramiento de un embajador ante el régimen castrista.
Los republicanos en el Congreso tampoco tienen intención de cambiar su postura sobre inmigración después de que Obama decidiera ignorar la falta de acuerdo del Congreso con acciones ejecutivas anunciadas en noviembre pasado que permitirán regularizar la situación de casi 5 millones de indocumentados.
La Casa Blanca y el Congreso tendrán que encontrar un acuerdo antes del 27 de febrero para dotar de fondos al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, pos sus siglas en inglés), una laguna que quedó en el presupuesto federal aprobado en diciembre, que tenía como intención oponerse a las medidas de Obama sobre inmigración y la acción diferida sobre deportaciones.
Boehner dijo en su discurso de apertura de legislatura que espera que Obama acceda a aprobar leyes sobre energía y empleo que cuenten con el apoyo de legisladores de ambos partidos y aseguró: “Mi puerta está siempre abierta”.
La Casa Blanca considera que puede conseguir acuerdos con los republicanos en infraestructuras, fiscalidad y comercio, con la aprobación de la vía rápida para acordar los tratados de libre comercio e inversiones con la Unión Europea y el Acuerdo de Asociación Transpacífica.
El primer acercamiento se producirá el martes que viene con una reunión entre Obama y los líderes del nuevo Congreso para discutir la agenda legislativa de 2015, año en el que los partidos Demócrata y Republicano comenzarán a preparar sus maquinarias electorales para los comicios de 2016.
En la Casa Blanca, Obama felicitó a ambos líderes y dijo que espera con expectación trabajar con ellos.
“Va a haber áreas en las que no estemos de acuerdo, y habrá algunas duras batallas, pero también confío en que haya enormes áreas de potencial acuerdo”, dijo Obama. “Les deseo lo mejor y creo que con suerte tendremos un productivo 2015”.
La Ley de Salud Asequible en Estados Unidos es hasta ahora el mayor logro doméstico de Obama y los republicanos buscarán socavar.
Aunque los republicanos aceptaron aprobar el gasto de la totalidad de las agencias del gobierno, los fondos aprobados para el DHS se agotarán en febrero próximo.
Bush inicia recaudación
El exgobernador de Florida Jeb Bush anunció ayer la creación de un grupo de acción política o PAC, un paso más hacia su candidatura a las presidenciales de Estados Unidos en 2016 y algo esencial para cimentar la financiación de su campaña.
El segundo hijo del expresidente George H. W. Bush anunció en su cuenta de Twitter, con sendos vídeos en inglés y en español, la creación del PAC Right to Rise, registrado ayer ante la Comisión Federal Electoral (FEC).
Este es el movimiento más decisivo hasta la fecha hacia la candidatura presidencial del exgobernador de Florida, que a través de este PAC podrá contratar personal, financiar publicidad, eventos y viajes por el país, todo ello con una finalidad electoral.
La página del PAC en internet (righttorisepac.org) explica que la organización cree “que la desigualdad de ingresos es real, pero que sólo los principios de políticas conservadoras pueden resolver esto por medio de ir eliminando las barreras para poder ascender”.
Entre sus valores la organización destaca la libre empresa, el fortalecimiento de la defensa nacional, la revolución energética y “arreglar” el “quebrantado sistema de inmigración”.
El grupo de acción política, que puede apoyar a candidatos específicos bajo estrictas normas de donaciones, será vital para financiar económicamente las primeras acciones de promoción política de Jeb Bush, que ha mostrado su disposición a lanzarse a la carrera por la candidatura republicana a la Presidencia.
El mes pasado, Bush aseguró que “explorará activamente” la posibilidad de optar a la Presidencia, algo que ya parece obvio después de que renunciara previamente a todos sus puestos en consejos de administración de empresas para evitar conflictos de interés.
La capacidad de Right to Rise para recaudar fondos frente a otros organismos similares podrá servir también para disuadir a otros posibles aspirantes republicanos si consideran que Jeb Bush disfruta de respaldos más consistentes.
VLCNoticias|Redacción