Valencia Noticias | Agencias.- 35 inmigrantes subsaharianos consiguieron acceder a Melilla esta madrugada después de que durante toda la noche unas 400 personas, organizadas en grupos, realizarán varios conatos de salto en el perímetro fronterizo. Los que han logrado entrar han llegado al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), según informa la web de RTVE y agencias locales.
Unos 17 inmigrantes permanecen encaramados en la valla de Melilla en una noche en la que se realizron varios conatos de salto en el perímetro fronterizo.
Fuentes policiales indicaron que algunos inmigrantes terminaron con éxito su acción por una zona cercana al Barrio Chino, aprovechando un grupo de viviendas para esconderse sin ser detectados.
Mientras los agentes tratan de que los subsaharianos encaramados bajen de la valla, el paso peatonal de Barrio Chino ha quedado cerrado al tránsito de personas. En el lado marroquí hay también un fuerte despliegue de efectivos de seguridad, que puede verse desde Melilla.
Al llegar al centro, los que consiguieron entrar a Melilla han sido recibidos por algunos de sus compañeros con el tradicional grito de victoria del “Bosa, Bosa”.
Varios de los recién llegados presentaban algunas heridas, por lo que, al menos tres, tuvieron que ser trasladados hasta el Hospital Comarcal para recibir asistencia sanitaria.
La carretera de circunvalación, que discurre paralela al perímetro fronterizo, se encuentra cortada al tráfico en el tramo que va desde el aeropuerto, mientras que el puesto fronterizo del Barrio Chino también está cerrado.
La presión migratoria por parte de subsaharianos no cesa en Melilla, ya que, casi a diario, se registran avistamientos de grupos de personas que pretenden dirigirse a la valla para protagonizar un salto.
Según el balance provisional de 2014, la llegada a España de inmigrantes irregulares se frenó el año pasado por Ceuta, pero se disparó en Melilla, por donde lograron entrar en España el doble de personas que las que lo hicieron el año anterior.
Este nuevo intento de salto se produce un día después de que Marruecos anunciase que se dispone a desmantelar los campamentos próximos a Ceuta y Melilla, en los que los inmigrantes subsaharianos esperan para acceder a España