La Asociación de Vecinos de El Cabanyal-Canyamelar ha denunciado la “ocupación ilegal” y la “grave insalubridad” en los edificios vacíos situados en la zona afectada por la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez en la zona del barrio de los Poblados Marítimos. La entidad vecinal ha remitido dos denuncias al Servicio de Diciplina Urbanística del Ayuntamiento de Valencia y una tercera a la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana.
En la primera, la entidad asegura que ¨existe riesgo para las personas por la ocupación ilegal de los edificios de El Cabanyal que se encuentran dentro del Pepri, y además, lamenta el deterioro que dicha ocupación ilegal puede estar produciendo” en el inmueble. Los recientes acontecimientos en los que se han producido siniestros en edificios similares de nuestro barrio, cuya antigüedad sobrepasa por mucho los 50 años, sin que se haya realizado la preceptiva inspección técnica del edificio”.
Ante esta situación, la asociación exige “la restauración de la legalidad urbanística en estos inmuebles para garantizar la seguridad constructiva de los mismos” y también que “se inicie el procedimiento sancionador para depurar responsabilidades personales a que hubiera lugar”.
En los dos últimas denuncias, una dirigida al ayuntamiento y otra a la Generalitat, la asociación vecinal critica la “grave insalubridad y riesgo directo para la salud para las personas que viven en esta zona debido a las condiciones mínimas de higiene y a la acumulación de todo tipo de residuos de dudosa y diversa procedencia, amontonados en el interior de dichos edificios”.
En este sentido, la Asociación de Vecinos de El Cabanyal-Canyamelar reclama que “se inicie el procedimiento de restauración de la salubridad de cada una de las propiedades de de la empresa pública Plan Cabanyal-Canyamelar y del ayuntamiento-Aumsa”. También se pide el inicio del procedimiento sancionador y la depuración de responsabilidades.
No sabemos si son estas normativas, en las que estaba pensando el pasado viernes el vicealcalde, Alfonso Grau, cuando se refería a que la necesidad de cumplirlas, le impedía recuperar la dignidad de las calles del Cabanyal. Debería darles una leída, a ver si es justo al contrario.
En todo caso la voluntad de la Junta Directiva de la Asociación de Vecinos Cabanyal-Canyamelar es clara: con sentencias o sin ellas, con prolongación o sin ella, el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana no pueden seguir incumpliendo sus propias leyes en nuestro barrio. Se han convertido en los todopoderosos propietarios, y como tales deben asumir sus responsabilidades de mantener las mismas en las debidas condiciones de seguridad, salubridad y ornato público. Si los tribunales les permiten demolerlas en algún momento, pasaremos a denunciar que mantengan en condiciones los solares. La dignidad de las calles del Cabanyal-Canyamelar y la de los vecinos, está por encima de la obcecación de cumplir determinadas promesas electorales, que a día de hoy son sencillamente un delito: expolio.
No vamos a darnos por satisfechos con que se proceda a tapiar las propiedades municipales, que actualmente se encuentran convertidas en estercoleros. La insalubridad está afectando al interior de las mismas y se transmite a los vecinos. Hay que vaciarlas de toda la chatarra y objetos de dudosa procedencia que se ha venido acumulando en su interior.
En la asamblea que el pasado martes realizamos un importante grupo de vecinos y entidades del barrio, para consensuar medidas a tomar para desatascar la situación en la que nos encontramos, esta propuesta que allí presentamos, contó con el apoyo mayoritario de los asistentes, entre los que se encontraban representantes de organizaciones de muy diversas sensibilidades en lo que a los problemas urbanísticos se refiere. El sentido común es lo que tiene, a veces está por encima de las ideologías, y es de sentido común que solo estando todos unidos podremos recuperar la dignidad para nuestras calles y los vecinos del Cabanyal-Canyamelar, según el comunicado de la organización vecinal.
VLCCiudad/Redacción