Valencia Noticias | Redacción.- El pasado 25 de febrero se celebraba en el Auditorio del Jardín Botánico el acto de presentación de la campaña ‘No al Ttipia Valencia’, donde estuvieron presentes más de 40 colectivos sociales entre sindicatos, partidos políticos, organizaciones agrarias, asociaciones, asambleas ciudadanas…, y donde también desde el colectivo Lambda se sumaron para mostrar su rechazo a este tratado. El Ttipia, en sus siglas en inglés, es el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (Ttipia) que los EE.UU. y la Unión Europea pretenden impulsar, muy al estilo del que funciona con Latinoamérica, pese a las discrepancias existentes en algunos países componentes del Mercado Común como son Francia y Grecia que muestran su desacuerdo a muchos de los puntos que contempla el tratado.
Desde la agrupación Lambda se envió un comunicado de prensa explicando el porqué de su rechazo a la integración del Ttipia.
A continuación incluimos el texto recibido desde el colectivo Lambda:
¿Pero qué es lo Ttipia?
El Ttipia son las siglas en inglés del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones y que está negociándose, con total opacidad, entre la Unión Europea y los Estados Unidos de América desde julio de 2013.
Al contrario de lo que nos quieren vender, el objetivo principal del Ttipia no es eliminar aranceles, ya que en la actualidad estos son prácticamente nulos entre ambos bloques económicos, sino hacer desaparecer las barreras no arancelarias que restringen los beneficios potenciales de las empresas transnacionales de ambos lados del Atlántico.
Estas llamadas “barreras” son en realidad algunos de nuestros patrones sociales y medioambientales más valorados, como los derechos laborales, las normas de seguridad alimentaria (incluyendo las restricciones sobre los transgénicos), las regulaciones sobre el uso de productos químicos tóxicos, la prohibición del fracking, las leyes de privacidad digitales o las nuevas garantías bancarias introducidas para evitar una repetición de la crisis financiera de 2008.
Además, hay otros aspectos aún más peligrosos en este proyecto: el “mecanismo de resolución de conflictos inversor-Estado”, y que no es más que la opción que tendrían las empresas de demandar a los Estados ante tribunales privados cuando consideraron que sus intereses han sido dañados por alguna ley o normativa, siendo las corporaciones las que escribirían de facto el texto de las regulaciones; o más bien las desregulaciones.
¿Cómo afectaría la aprobación del Ttipia a las personas LGTB?
Lesbianas, gays, transexuales y bisexuales somos trabajadoras, consumidoras, usuarias de internet, etc…, por lo que el Ttipia nos afectaría en todos los aspectos de nuestra vida, desde comer alimentos peligrosos para nuestra salud hasta ser espiados en nuestras comunicaciones diarias.
Pero además, como personas LGTB, nuestros derechos sociales y laborales están en peligro por estas políticas neoliberales, que someterán, aún más, nuestras vidas a los intereses de las grandes multinacionales. Al privatizarse la sanidad, las personas trans y las que viven con el VIH u otras enfermedades crónicas verán cómo se restringe la libre determinación del género y el acceso gratuito a los medicamentos. Las mujeres lesbianas y bisexuales también tendrán mucho más complicado acceder a las técnicas de reproducción asistida dentro de una sanidad pública de mínimos.
Por otra parte, como que serán los poderes económicos y las grandes empresas las que dictarán las políticas que hasta ahora correspondían a los estados, se acabarán o se reducirán considerablemente las políticas de prevención de la discriminación LGTBfóbico al mundo laboral. Nuestra privacidad también se vería invadida y nuestros empleadores podrían tener acceso a nuestro historial médico, las webs que visitamos o incluso nuestro correo privado, facilitando el acoso en los centros de trabajo hacia las personas LGTB.
¿Qué podemos hacer?
Es evidente que los derechos de toda la ciudadanía y los de la comunidad LGTB están en peligro si acaba aprobándose este tratado que pondrá a las grandes multinacionales por encima de los estados, convirtiendo a los parlamentos europeos en simples espacios decorativos. Es necesaria la movilización y la colaboración internacional para informar y concienciar a toda la ciudadanía para exigir la retirada inmediata del tratado de libre comercio.