La Conselleria de Educación estudia la posibilidad de ampliar el plazo para la adquisición del llamado «bonolibro«, ahora ayudas para libros, tras varias quejas de los padres basadas en la tardanza con que ha llegado la normativa que regula los requisitos que deben reunir ha llegado con el curso escolar ya finalizado, ya que esta se publicó una semana después de que se terminaran las clases. Con todo lo que conlleva la nueva forma de pedir la ayuda, desapareciendo la universalidad en Primaria introduciendo el criterio de la renta, aparte detener que sacar el DNI por el hecho de tener que abrir una cuenta bancaria, que retrasa mucho las gestiones.
Pese a que es posible recibir el dinero a través del centro, en caso de no tenerlo, la presencia de menores se ha dejado notar en las comisarías, agravando la saturación habitual del verano. Se calcula que 250.000 escolares recibirán la subvención.
El retraso en la publicación ha provocado que muchos padres no se hayan enterado de la nueva convocatoria, aun después del esfuerzo por parte de los colegios con circulares o de las propias asociaciones de padres, por lo que temen que se den casos de alumnos necesitados que no reciban la beca por desconocimiento. Recordemos que de momento el plazo llega hasta el 25 de julio.
La normativa actual fija que hasta ese día podrán presentar las solicitudes los padres de niños escolarizados tras el verano. La idea sería aceptar también las del periodo ordinario.