Valencia Noticias | Redacción.- La tragedia volvió a visitar a los sirios, en un episodio repleto de crueldad, odio y insolidaridad. Los combatientes kurdos avanzaban este sábado frente a los yihadistas de Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) en la lucha por el control del pueblo sirio de Tal Abyad, lo que ha empujado a miles de personas a buscar refugio en Turquía, desde donde han sido rechazados con cañones de agua.
Mientras tanto, en el pueblo de Al Bal, también fronterizo con Turquía, los rebeldes sirios han expulsado a las fuerzas de EI de la aldea, importante punto de suministro para los insurgentes.
El observatorio sirio de Derechos Humanos ha informado que las milicias kurdas han avanzado apoyadas por grupos rebeldes sirios y por los bombardeos lanzados por la coalición liderada por Estados Unidos. “Las fuerzas kurdas están en las afueras de Tal Abyad, a solo cinco kilómetros del pueblo”, informó el director de la organización humanitaria, Rami Abdel Rahman.
Esta ofensiva comenzó el jueves con un asalto a la localidad de Suluk, a unos 20 kilómetros de Tal Abyad, un punto estratégico que los yihadistas usan para ingresar a sus combatientes.
Rahman ha señalado que la mayor parte de los yihadistas ya se había retirado de Suluk este sábado pero que habían dejado trampas en las casas y habían sembrado de minas las calles. La organización humanitaria estima que los combates y los bombardeos aéreos provocaron la muerte de 16 yihadistas y de tres civiles.
Miles de refugiados
Desde la semana pasada, más de 13.500 refugiados cruzaron la frontera con Turquía. Frente a este nuevo éxodo, el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus anunció el miércoles el cierre provisional de la frontera.
Este sábado las fuerzas de seguridad turcas emplearon cañones de agua y lanzaron disparos de advertencia para hacer retroceder a miles de refugiados sirios que se agolpaban en la frontera, tratando de escapar de los combates, según constató un fotógrafo de la agencia de noticias AFP.
Miles de personas quedaron bloqueadas detrás de la valla en el cruce de Akcakale. Durante la tarde, varios supuestos miembros del grupo extremista, con barba, con ropa de combate y portando armas, se acercaron a la valla y animaron a los civiles sirios a regresar a Tal Abyad, mientras soldados turcos miraban nerviosos la escena.
Algunos empezaron a retroceder, pero al anochecer todos habían regresado para pasar la noche junto a la valla.
Más al Sur, también hubo combates entre yihadistas y rebeldes en los alrededores de Marea, uno de los principales bastiones de la rebelión en la provincia de Alepo, que el EI quiere conquistar a toda costa. “EI intentó varias veces, en vano, tomar Marea”, por la que pasa una carretera que lleva a la frontera turca, afirmó a la agencia de noticias AFP Mamun Abu Omar, director de una agencia de prensa local, Shahba Press.
En 2011, el régimen sirio reprimió duramente las manifestaciones pacíficas que pedían la dimisión de Bashar al Asad, lo que desembocó en una guerra compleja de frentes múltiples. El grupo yihadista, que controla el 50% de Siria, también domina amplias extensiones de territorio en Irak.