Las 17 personas que residen en las instalaciones han trasladadas a otros centros de la Península, ya no queda ingresada ninguna mujer. El motivo son las obras de adecuación y mejora que comenzarán en breve, según confirmaron fuentes gubernamentales. La actuación en las dependencias, ubicadas en el complejo policial de Zapadores, comenzará este lunes. La previsión es que se prolongue a lo largo de tres semanas. Los que quedaban, han salido deportados, en libertad o reubicados en otros CIE.
Las obras de remodelación del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores, en Valencia, arrancarán este lunes con el objetivo de “mejorar las condiciones del centro y hacerlo más confortable” y se completarán en un plazo de “entre dos y tres semanas”, en palabras del nuevo delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues.
El centro instalará interfonos, mecanismos de mejora en la apertura de puertas y otras medidas para mejorar el estado de las instalaciones. El juez de garantías de las dependencias, el encargado a su vez del juzgado de Instrucción número 3 de Valencia, visitó recientemente el CIE. Lo suele hacer de manera periódica y, en ocasiones, sin avisar de su llegada. Tras el recorrido por el centro, acordó que durante las obras se procediera a la limpieza y desinfección de las salas. Varios internos se quejaron en las últimas fechas de una plaga de chinches en las instalaciones.
El CIE ha estado rodeado de cierta polémica durante los últimos años. Las ONG que trabajan asesorando a los internos del centro han denunciado las malas condiciones higiénicas e incluso agresiones por parte de algunos policías nacionales.
Respecto a las críticas por el tratamiento que reciben los internos en estas instalaciones, Moragues se ha comprometido a “escuchar y atender todas las reclamaciones que se hagan y procurar las mejores condiciones de uso y habitabilidad de estos centros”, a lo que agrega que “prueba de ello son las mejoras que se van a acometer en el CIE”.
La Jefatura Superior y la Delegación de Gobierno siempre han negado estos hechos. La mayoría de las denuncias han sido archivadas por los juzgados. Hace un par de meses, medio centenar de internos, firmaron una carta enviada al juez en la que agradecían el trato de agentes que vigilan las instalaciones y también de algún responsable.
Siete de cada diez personas que ingresan en el Centro de Internamientos de Extranjeros tienen antecedentes policiales o penales. Aunque su estancia en estas dependencias se debe fundamentalmente a infracciones de la Ley de Extranjería tras ser identificados en controles rutinarios o por la comisión de algún delito menor. Allí aguardan a que se resuelva el expediente de expulsión para regresar a su país de origen.
En la misma línea, el nuevo delegado ha garantizado que “cualquier queja, sugerencia, aportación o reflexión que se quiera hacer al respecto será muy bien recibida por la Delegación del Gobierno” y que, además, “se intentarán adoptar todas las medidas oportunas para mejorar las condiciones y las instalaciones de estos centro