Los Longinos del Cabanyal han conseguido lo imposible: tener paso propio que, si no sucede nada contrario, saldrá en la tarde del Domingo de Ramos de 2013. Los ronquinos, como se les conoce popularmente, habrán conseguido su objetivo.
La Semana Santa Marinera recupera un paso que ha estado guardado en la parroquia del Rosario del Canyamelar que en su día tuvo como titular la Hermandad Infantil de ese barrio. La última ocasión que salió a la calle fue en el barrio del Cabanyal de la mano de la Corporación de Sayones en la época de los años 80.
Ahora a los cofrades bajo la batuta de su presidente José Ramón Tomás les toca el último tramo de su propio Vía Crucis: tener un trono-anda en donde llevarlo y un espacio donde guardarlo. Lo primero empezará a andar porque hoy está previsto que rubriquen la firma del contrato con el artista de Alboraya afincado en Benidorm, Juan Ros Marí, y llegará para días antes de navidades.
A partir de ese momento comenzará otro problema. Donde guardarlo. El Museo de la Semana Santa Marinera ya no dispone de espacio para más si bien pueden adoptar la decisión que tomó cuando la Real Hermandad de la Flagelación llevó su paso, o sea dejarlo en la zona final en una zona donde no le corresponde por turno de Pasión. La presidenta de la junta mayor estudia la petición y se espera una buena respuesta.
El problema real es como obtener los 6.000 euros en una época de crisis. Han empezado los Longinos una campaña en búsqueda de patrocinadores y, a buena fe, que se lo merecen después de restaurar un paso que estaba pidiendo a gritos esa labor o que lo tiraran, debido a sus deficientes condiciones.
El trabajo resultante es merecedor del reconocimiento general pero eso sí no busquen una gran labor artística, bastante han hecho, porque profesionales no lo son. Pese a esto quienes ya han pasado por el salón parroquial de la iglesia de los Ángeles del Cabanyal reconocen la buena labor hecha.
Los ¨ronquinos¨ están en unas sillas hablando entre ellos guardando una discreción que han mantenido este tiempo. A la izquierda, en unas mesas una serie de fotos explican por sí solas la labor de restauración y luego el grupo escultórico con sus figuras y en cada una una foto de como estaba antes. Toda una gran labor.
VLCCiudad/Redacción