Los autores de los ataques terroristas del 13 de noviembre usaron tarjetas prepagadas, según confirmó el gobierno francés. Además, se anunciaron medidas para combatir el financiamiento de estos grupos
“Si los terroristas cometen atentados es porque logran obtener recursos financieros para llevarlos a cabo, en Francia y en el exterior“, dijo el ministro de Finanzas, Michel Sapin, en una conferencia de prensa.
Las operaciones involucran generalmente sumas “modestas”, lo cual permite “evitar su trazabilidad”, explicó Sapin. Por eso “hay que estrechar el cerco”, agregó.
Entre las medidas propuestas figura un control “más estricto” de las tarjetas prepagadas, usadas por los autores de los atentados que el 13 de noviembre dejaron 132 muertos en París.
Esas tarjetas “se emitieron en el extranjero, no muy lejos, y fueron usadas en Francia para pagar habitaciones de hotel“, precisó Bruno Dalles, jefe de la unidad de lucha contra el blanqueo de dinero del Ministerio de Finanzas (Tracfin).
Esas tarjetas son “un instrumento que reemplaza el dinero en efectivo, muy discreto, que no deja rastros”, agregó.
Actualmente se puede utilizar ese medio de pago por sumas de hasta 250 euros sin justificación de identidad en el caso de las tarjetas sin recarga y de hasta 2.500 anuales al año en el caso de las recargables.
El ministerio francés anunció una disminución de esas sumas a partir de 2016, así como medidas para limitar el anonimato de sus titulares.
El Gobierno también se propone endurecer la legislación de congelación de bienes de personas implicadas en atentados, extendiéndola a activos inmobiliarios y a los automóviles, así como a algunas prestaciones sociales.