Valencia Noticias | Agencias.– La Asamblea Nacional de la CUP concluyó este domingo con un empate exacto a 1.515 votos entre el ‘sí’ y el ‘no’ para investir a Artur Mas como presidente de la Generalitat y pospone su decisión al próximo 2 de enero en la reunión de su consejo político y del grupo de acción parlamentaria, informa rtve en sus informativos matinales.
Los más de 3.000 inscritos a la asamblea de la CUP no han sido capaces de tomar una decisión tras varias horas en las que se han sucedido tres rondas de votaciones que abarcaban cuatro posibles escenarios, dos de ellos con Mas de presidente y otros dos sin él.
Después de este insólito resultado, la dirección de la CUP ha convocado una reunión del Consejo Político de la formación y del grupo de Acción Parlamentaria, que agrupa a sus diputados en el Parlament, para decidir qué hacer.
En una rueda de prensa posterior a las votaciones, el líder de la formación, Antonio Baños, ha dicho que ahora “hay que seguir debatiendo” y que el empate “no significa un bloqueo ni división” de la CUP.
“La aritmética nos lleva dando dolores de cabeza desde el 27 de septiembre a todos. A lo mejor esto no depende de la aritmética, sino de un acuerdo político y eso nos parece muy interesante”, ha añadido Baños, que ha comentado que este resultado les da a Junts Pel Sí “una nueva oportunidad” para seguir negociando y que presenten “una nueva oferta” o “un nuevo candidato”.
Por su parte, Anna Gabriel ha tomado la palabra para aclarar que el resultado demuestra que la CUP “nunca ha engañado a nadie”, que es un espacio asambleario y tiene en cuenta la voz, la opinión y el voto de sus militantes y simpatizantes, algo que afirma que se ha puesto en práctica este domingo.
“Se ha generado un empate, pero tras los números están las voces que hablan desde el corazón y las entrañas”, ha interpretado Gabriel, que ha matizado que una parte la mitad de la CUP cree que puede aceptar la propuesta política de JxSí que incluye a Mas, pero hay otros que no lo creen.
Sistema de voto y cuatro escenarios
Los militantes de la CUP, los simpatizantes y los inscritos procedentes de las organizaciones agrupadas en Crida Constituent no sólo decidían si Mas será presidente o no, sino también el futuro de la actual legislatura y quizás del proceso independentista, en cuatro posibles escenarios:
Aceptar la propuesta de JxS y facilitar la investidura de Mas
Rechazar el nombre de Mas e insistir a JxS en que proponga un nombre alternativo o se convoquen elecciones
Rechazar la propuesta consensuada con JxS de un plan de choque, un proceso constituyente y una hoja de ruta, pero sin posibilitar la investidura de Mas
Abstenerse en la investidura de Mas e instar a JxSí a buscar otros apoyos que permitieran que sea nombrado presidente o resignarse a nuevas elecciones
El sistema preveía que, si ninguno de estos escenarios obtenía, al menos, el 50% de los votos, se repetiría la votación y se eliminaría el escenario con menos apoyo. De esta forma, en las dos primeras votaciones quedaron descartados los escenarios 4 y 3, mientras que el 2 (un ‘no’ a Mas) mantuvo la victoria ligera de los votos en ambas.
La dinámica de la asamblea
La asamblea comenzó este domingo a las 9.30 horas. A las 10:00 se habían acreditado 2.261 personas que eligieron, con un 42,37% de los votos, la forma de voto secreto, más del 25% necesario que establecen los estatutos de la CUP para optar por esta opción.
Luego empezaron las intervenciones de los diputados que han participado en la negociación con Junts pel Sí (JxS). Posteriormente, han ido tomando la palabra representantes de las organizaciones territoriales de la CUP y participantes en la asamblea que lo habían pedido y les ha tocado por sorteo.
A continuación, comenzaron los 50 turnos de palabra, de los que 12 corresponden a entidades que integran Crida Constituent, el paraguas con el que la CUP se presentó a las elecciones; otros 26 corresponderán a las organizaciones territoriales y el resto serán para los participantes que lo pidan y les toque por sorteo.
A favor y en contra de Mas
Las intervenciones en contra de ayudar a investir a Mas sostenían que el “presidente de los recortes” no podía ser quien guiara ahora el proceso hacia la independencia. “Mas no nos hará ganar el proceso”, ha exclamado uno de los oradores de la CUP procedente del Pirineo.
“Tenemos una responsabilidad histórica en nuestras manos. No podemos traicionar nuestra historia”, ha proclamado otro “cupero” de Arenys de Mar (Barcelona) para defender el “sí” al acuerdo con JxS.
“Un ‘no’ al acuerdo significa salir del partido y mirárnoslo desde el palco”, ha argumentado otro interviniente, de Badalona, para defender un aval a Mas que permita seguir adelante con el proceso soberanista.
Las bases de la organización votan no solo la investidura de Artur Mas como presidente, sino toda la propuesta de acuerdo de JxSí, que supedita un plan de choque social a aprobar nuevos Presupuestos que incluyan parte de los 270 millones de euros necesarios para el plan social.
El documento prevé una Presidencia a cuatro encabezada por Mas y con tres presidencias de comisión de gobierno, como una Presidencia en transición “de un modelo autonómico a la república catalana”, como dijo el día 22 el diputado de JxSí Raül Romeva.
Las propuestas de Junts pel sí
La propuesta de JxSí prevé construir estructuras de Estado y un marco legal que asegure una transición “con todas las garantías jurídicas”, y hace hincapié en el compromiso de ampliar la base social que apoye el proceso.
La formación propone crear un Grupo de Trabajo Presupuestario (con representación paritaria de la Conselleria de Economía, de JxSí y de la CUP) para diseñar los Presupuestos 2016 y que incluyan el plan de choque contra la pobreza infantil, pobreza energética y emergencia habitacional y política de prevención de desahucios.
También se destinaría a recuperar la renta mínima de inserción, cuyo presupuesto se debe ampliar para garantizar el 100% de la cobertura, lo que costará 70 millones; a las prestaciones económicas de personas dependientes -50 millones-, y a la previsión de plazas de guardería -15 millones-.
El documento prevé también un nuevo salario mínimo equivalente al 60% del salario medio, (1000 euros al mes), la reconversión del Institut Català de Finances en un Banco Público de desarrollo, y una moratoria en el Consorci Sanitari de Lleida.
Abarca a su vez reducir las listas de espera y asegurar el acceso a terapias médicas universales y gratuitas para los afectados de Hepatitis C, trasplantados y pacientes oncólogicos, así como personas en situación vulnerable, y un plan de rescate para afectados por fibromialgia, fatiga crónica y síndrome de sensibilidad química múltiple.
Además, se invertirán cinco millones en reducir la ratio de alumnos por aula en los barrios con más dificultades económicas, y se destinarían 15 para becas comedor.
El texto deja “en suspenso” el Plan Director Urbanístico (PDU) del macroproyecto BCN World y prevé un grupo de trabajo para una posible revisión del Plan de Govern JxSí-CUP, matizando que la vigencia de la suspensión del PDU se mantendrá hasta que haya acuerdo por consenso.
Un punto que queda en el aire es la titularidad pública de la gestión del agua en alta (donde se incluiría la empresa concesionaria Aigües Ter-Llobregat), sobre la que el documento emplaza a tomar una decisión durante el proceso constituyente hacia la independencia, y sólo se compromete a “defender el modelo público de gestión”.