Valencia Noticias | Redacción.- La décimo primera legislatura del Congreso de los Diputados de España arrancó hoy como la más plural en la democracia del país, y por primera vez tendrá como presidente a un político de un partido que no es el más votado en las elecciones.
El socialista vasco Patxi López fue elegido en segunda votación como presidente de la cámara (el tercer puesto político más importante en el país tras el rey y el presidente del gobierno), como primer trámite para el inicio de la legislatura.
López, quien fue lehendakari (presidente) del País Vasco entre 2009 y 2012, recibió 130 votos, los del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Ciudadanos, mientras Carolina Bescansa de Podemos obtuvo 71, los de su formación más dos de Izquierda Unida.
El Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy y otros partidos con grupos minoritarios votaron en blanco hasta sumar 148 (en ambas votaciones), con lo que facilitaron el acuerdo a favor de López.
La mesa del Congreso quedó compuesta por dos integrantes del PSOE, tres del PP, dos de Ciudadanos y dos de Podemos.
El Senado español también se constituyó este miércoles con Pío García Escudero, del PP, que repite como presidente y con una mesa que tendrá otros tres miembros de la misma formación, dos del PSOE, y una del Partido Nacionalista Vasco (PNV).
Tras la constitución de las dos cámaras, se inicia el proceso de formación de grupos parlamentarios, y todo indica que en el Congreso el PP, PSOE y Ciudadanos se opondrán a que Podemos tenga varios grupos según la procedencia territorial de sus diputados.
Asimismo, se informará al rey de estos procedimientos para que se inicien las consultas para la formación de nuevo gobierno tras las elecciones del pasado 20 de diciembre.
En los comicios el PP de Rajoy obtuvo 123 diputados de los 350 que integran el Congreso (cámara de la que surge del gobierno), el PSOE 90, Podemos 69, Ciudadanos 40, y el resto se distribuye en formaciones regionales, nacionalistas y de izquierda.
Al ser el PP la fuerza más votada corresponde a Rajoy dirigir las negociaciones para tratar de reelegirse, pero carece de la mayoría absoluta (176 de los 350 escaños), por lo que necesita del apoyo de otras fuerzas para su investidura.
En una segunda votación (que se gana por mayoría simple) necesitaría que algún partido se abstuviera para que los votos a favor sean más que los emitidos en contra.