Los supervivientes, problemas de siempre que buscan remedio
Autor: Jimina Sabadú.
Editorial: Algaida. 2015.
Género: Novela.
El Péndulo | Ana Belén López.- Lo que ocurra tras los muros del colegio Agustín de Foxá se queda dentro del centro Agustín de Foxá. Así, bajo esta premisa se desencadena la segunda novela de la escritora Jimina Sabadú, Los Supervivientes y que le ha llevado a ganar la XX edición del Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla en 2015. En esta ocasión la madrileña cuenta la historia de un colegio privado y religioso desde la perspectiva de tres generaciones diferentes, los antiguos alumnos que van a realizar una fiesta de reencuentro; los actuales alumnos; y el cuerpo de profesorado. Todo ello envuelto en un nuevo curso que comienza con una noticia inesperada: los herederos del Foxá han decidido venderlo.
Acoso escolar, falta de educación, premios a la idiotez e indiferencia a la inteligencia, y sobre todo adoración al dinero. Problemas presentes en los tres escenarios que evidencian como a pesar del paso de los años no se han puesto remedio a ninguno de ellos. El primero, el acoso o bullyng, del que Miguel Sanz o Carolina Mayoral saben que van a ser víctimas un curso más y del que la mayoría de profesores no quieren hacerse eco. Impacta la frialdad con la Elías, el director del Foxá, intenta quitar hierro al caso de estos dos adolescentes al borde del suicidio.
“Pensó, por un momento, en lo fastidioso que era saber que iban a pasar los años y que en una década la suya sería más una muerte lejana, ya olvidada. Todos se harían mayores mientras que él iría quedando cada vez más olvidado, más desdibujado, hasta ser un chico que se suicidó en el colegio”, estas son las frases que rondan la cabeza de Sanz unos segundos antes de intentar ahorcarse. Con el caso de estos dos alumnos, Sabadú insta al lector y sobre todo a los educadores actuales a no mirar para otro lado cuando se presente un caso de este tipo en el aula. Y es que, el bullyng está y ha estado siempre a la orden del día. El caso más reciente ha ocurrido en Madrid, concretamente en el Colegio Nuestra Señora de Los Ángeles, que casualmente presente muchas similitudes con el ficticio Agustín de Foxá.
Por otro lado se encuentran los antiguos alumnos, quienes han decidido reencontrarse más de una década después. Un grupo en el que se puede observar como los triunfadores han sido aquellos provenientes de familias adineradas, a los que los profesores siempre tendían la mano, “los triunfadores”. Mientras que los auténticos triunfadores se dedican a servir cafés porque su talento todavía no ha sido reconocido. Otro caso que podría compararse con la realidad del país. Todo relatado a través de una extensa cadena de e-mails con la que la escritora deja presente la importancia de Internet y las nuevas tecnologías en nuestras vidas.
A ellos se suma por último, el caso de don Marcial y María Victoria. El primero un profesor a punto de jubilarse, que a lo largo de 40 años de carrera no se ha ganado la simpatía de ningún alumno debido a sus métodos educativos, duros pero efectivos (a su juicio). Él es quien sufre un cierto acoso por parte de los profesores y de los alumnos. Él es quien ve los problemas y no se le escucha. Él es quien en junio, se jubilará y al igual que Miguel Sanz nadie recordará más que por las bromas de los niños “guays” de clase. Mientras que María Victoria es la nueva profesora que llega con ganas de comerse el mundo, pero que es el mundo quien se la come poco a poco.
Con la actualidad por bandera, haciendo constar que los problemas educativos que existen son los mismos de siempre y que nada ha cambiado. Jimina Sabadú invita al público a buscar una solución efectiva a este mal instaurado en la sociedad española, donde se premia la ignorancia y se aplaude la necedad. Para así, evitar, que lo que ocurra tras los muros del Foxá, no quede sólo en el Foxá.