Pyongyang anunció que lanzará un misil entre el 8 y el 25 de febrero para colocar un satélite en órbita, lo que provocó duras reacciones de Tokio, Seúl y Washington
“El ministerio de Defensa emitió una orden hoy” para destruir ese misil “si se confirma que caerá sobre territorio japonés”, anunció un comunicado de esa cartera.
Antes del anuncio del ministerio de Defensa japones, el primer ministro Shinzo Abe había dicho ante el parlamento que “Si Corea del Norte se obstina en efectuar este lanzamiento, sería una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y una sería provocación“.
Más temprano el gobierno de Corea del Sur en una declaración oficial había urgido a Corea del Norte a renunciar al proyecto argumentando que “todo lanzamiento utilizando tecnología balística es una violación de las resoluciones de la ONU”.
“Corea del Norte desafía al Consejo de Seguridad de la ONU, desafía a su vecino chino, desafía a la comunidad internacional, en detrimento de la paz y de la seguridad internacionales, de la paz y la seguridad regionales”, declaró en Washington el secretario de Estado adjunto para Asia, Danny Russel.
Pyongyang insiste en que se trata de un programa espacial de carácter exclusivamente científico, pero la comunidad internacional considera que los lanzamientos son pruebas de misiles balísticos camuflados.
Este anuncio tiene lugar en momentos en que Naciones Unidas prepara una resolución para endurecer las sanciones contra Corea del Norte tras el anuncio de que había efectuado el 6 de enero pasado su cuarto test de una bomba nuclear