Valencia Noticias | Redacción.- La nueva política de la Diputación de Valencia no solo alcanza las grandes líneas presupuestarias sino que llega a cada una de las partidas que gestiona la Corporación, caso de las ayudas a las comisiones falleras de la provincia. Una aportación histórica que el presidente, Jorge Rodríguez, quiere convertir en un fin enteramente social prescindiendo de la pátina de propaganda política que tradicionalmente ha envuelto estas ayudas.
La partida se incrementa hasta 250.000 euros que se repartirá en transferencias de 180 euros a todas aquellas comisiones falleras que lo soliciten, con el único requisito de depositar en el casal o en el monumento fallero un banderín que dispensará la Diputación y que lucirá un lema contra la violencia de género.
El presidente de la nueva Diputación destacó que “las fallas, como el resto de fiestas de nuestros pueblos, son un movimiento aglutinador de sensibilidades. Son personas que aman las tradiciones y las mantienen vivas con el trabajo de todo un año, que además genera muchos puesto de trabajo y atrae un número de visitantes importantísimo a Valencia”.
“Queremos unir al espíritu de hermandad de los falleros una causa más. Queremos que sean partícipes con la Diputación de la campaña contra la violencia de género, porque es un reto que hay que trabajar día a día desde cada colectivo, cada familia y cada persona para formarnos en unos valores de respeto y contra todo tipo de violencia machista”, añadió Jorge Rodríguez.
“Con la invitación a las fallas el próximo 14 de marzo celebraremos la inminente plantà de las fallas y también que miles de falleros van a llevar este año un estandarte más que es el de la lucha contra la violencia de género” concluyó el presidente de la Diputación.
Se acabó la condición de que las comisiones nombren fallero de honor al presidente de la Diputación y que publiquen su foto en el llibret para recibir los 180 euros de los que seguirán disfrutando simplemente ayudando en la tarea de concienciación para prevenir los malos tratos. Fuentes de Presidencia aseguran que la intención de Jorge Rodríguez es respetar la autonomía de las comisiones, mantener el apoyo a las mismas y al mismo tiempo aprovechar la fuerza de la fiesta para convertir a las Fallas en embajadoras contra la violencia de género.
El acto en la plaza de Manises se mantiene, programado para el 14 de marzo, aunque a diferencia de las convocatorias de anteriores gobiernos provinciales, el que preside el socialista Jorge Rodríguez, con sus socios de Compromís, Esquerra Unida y València en Comú, velará por la igualdad de todas las comisiones que decidan participar. Desde la primera hasta la última tendrán acceso a la tarima presidencial para recibir el banderín contra la violencia de género que deberán lucir durante la semana fallera.
Colectivo solidario
El drama que sufren miles de mujeres es la causa escogida este año para encauzar estas ayudas al ámbito fallero, aunque desde Presidencia no se descarta que en próximos años el mensaje de concienciación se dirija a otro ámbito. Esta es otra causa social que se incluye en el apartado de temas transversales que ocupan y preocupan a la Diputación.
Tampoco será ésta la única fiesta en la que se implique la Corporación provincial, que ya estudia de qué manera colaborar con los colectivos que participan en los Moros y Cristianos, la otra gran fiesta de la provincia junto a las Fallas. El esquema será el mismo: ayudar a los grupos humanos que hacen posible la fiesta invitándoles a secundar la tarea didáctica de la Diputación con la difusión de un código de buenas prácticas ciudadanas.
Igualdad y máxima difusión
Las ayudas de la Diputación a las comisiones falleras se remontan años atrás, primero mediante cheques que se entregaban directamente a los falleros y ya en tiempos de Alfonso Rus con la modernidad de la transferencia. Un gesto de la generosidad del ente provincial que se escenificaba en un acto multitudinario en la plaza de Manises donde algunas comisiones tenían el privilegio de acceder a la tarima presidencial, cuyo anfitrión tenía el honor de ser el gran fallero de honor de la provincia. El cambio sustancial de las bases en la aportación directa a las Fallas deja esa consideración en manos de las comisiones e incide en el potencial de estos colectivos como transmisores de un mensaje social edificante.