La reconocida artista plástica valenciana Carmen García Gordillo llega a la sala de actividades del espacio Obrapropia Cultural dentro de la exposición colectiva “Territorio femenino”. La ocasión permitió reunirse con ella en nuestra sección ‘¿Quién pasa por Obrapropia?’ y mantener una conversación viva y desenfadada en torno al arte, la creación y su mundo. Los preparativos de la exposición, que se mantendrá hasta el 25 de enero de 2013, sirvieron de marco para el segundo encuentro #EnClaveVLC que se pudo seguir por Twitter con este ‘hashtag’. La charla reunió al editor/gerente de la editorial Obrapropia, Vicente Vercher, a la pintora y comisiaria de la exposición Karina Vagradrova y a los periodistas Jimmy Entraigües, Javier Furió, José Antonio Garzón y Manuel Furió del digital VLCCiudad.com.
Jimmy Entraigües: Participas en una exposición colectiva bajo el título de ‘Territorio femenino’, ¿qué obra presentas en esta ocasión y por qué?
Carmen García: Pues mira, ‘Territorio femenino’ es una exposición que es de mujeres. Somos doce pintoras y cada una tiene una trayectoria, una historia detrás y yo he traído un cuadro, intentando que sea grande porque este espacio es grande y en un espacio muy grande las cosas pequeñas, un poco, se pierden ¿no?…, y que tenga fuerza; he elegido un cuadro en blanco, negro y rojo, es una cuadro que pinté para una exposición que hice en la galería Nadir, que se llamaba ‘Mujeres, pájaros y mujeres pájaros’, es una mujer entre una mujer/pájaro y ángel, es expresionista, en colores fuertes, luego también tiene una parte en collage, es decir todo lo que es el vestido de la mujer son telas recortadas y es un cuadro que he intentado que sea fuerte pero que la composición sea agradable y un poco impactante y…, en conjunto, con todo los demás de la exposición, pese a ser lenguajes muy diferentes, el conjunto veo que queda muy bien. Unos tienen relación por el tema, otros por el color…
J. E.: Realizas una obra muy interdisciplinar, trabajas la piedra, la cerámica, el papel… Veo que te expresas en diversos formatos.
C. G.: En principio trabajo el papel y tela, sobre todo acrílicos, eso es lo que más. Lo que pasa es que yo soy muy curiosa, entonces me gusta todo. Cuando veo una cosa me apetece enseguida. Igual pinto piedra que ahora estoy haciendo cerámica, no hago cerámica tradicional si no que más bien hago mis pinturas adaptadas a piezas de cerámicas. A mí, la verdad, es que me gusta todo, me falta tiempo.
J. E.: Cuando un artista plástico se manifiesta en diversos soportes es porque, además de su inquietud artística, hay una inquietud personal que debe salir.
C. G.: No sé, a mí sí me gusta todo. A veces lo veo todo como un juego, yo disfruto haciendo esto, disfruto haciendo todo, igual me pongo a pintar una piedra, que una tela, que un cristal, que pintar en la arena de la playa. Para mí esto es como una necesidad y es como yo lo pintaría todo.
Vicente Vercher: ¿Pero hay algún estilo que sea el que más te apasiona o con el cual te puedas definir como artista?
C. G.: Hombre, en la trayectoria que he llevado no he cambiado mucho de estilo. Mi estilo siempre es figurativo, pinto muchas mujeres, es expresionista, utilizo mucho el color para trasmitir las sensaciones, los sentimientos, la emoción. Siempre me baso más en color aunque hay cierto dibujo que se compenetra con el color pero, sobre todo, son los colores los que te llaman la atención o te pueden decir algo. Luego ya con los soportes pues…, sí, pueden variar pero, sobre todo es la tela lo que más.
Karina Vagradova: Pero creo que el tema te inspira, por ejemplos los cuentos, en los territorios mágicos…
C. G.: Me gusta mucho el mundo de los sueños, la mitología, cuando hago una exposición me ha gustado que tenga un nexo sobre un tema. Por ejemplo, hice una exposición en el Palau de la Música que era sobre ópera, se llamaba ‘Óperas pintadas’, entonces estuve oyendo música, durante un montón de tiempo, estudiando los libretos, los personajes y sobre eso traducir el tema. Hice otra que era ‘Novelas pintadas’, que era también sobre las novelas que más me gustan, la literatura que más me gusta… Un poco traducirla en cuadro, ya no tanto a nivel narrativa, de decir aquí pasa esto y este cuadro empieza así y acaba así, si no a nivel de emoción, de lo que a mí me sugiere ese cuadro, interiormente. Como soy figurativa pues siempre hay algo narrativo, ¿no? Si fuera abstracta pues sería sólo la emoción y así…, me gusta que haya como un nexo, entonces estudiar un poco el tema para que tenga más coherencia.
J. E.: Me llama la atención el título de la exposición. Así como no creo que exista un cine para mujeres, ni una literatura para mujeres, tampoco creo en una arte para mujeres, ¿por qué el título de ‘Territorio femenino’? ¿Es significativo por algo?
C. G.: Es que no creo tampoco en eso. Creo que Karina lo puede explicar.
K. V.: Bueno, voy a tratar de explicarlo. No pretende ser la exposición feminista, ni para mujeres, creo que nos hemos reunido y lo hemos llamado territorio por que se refiere, un poco, a nuestro territorio más íntimo. Pues es obra de mujeres no porque queremos demostrar algo si no porque nos hemos reunido aquí y lo hemos decidido porque estábamos la mayoría de las chicas. No sé, la pintura femenina o masculina creo que no se puede separar.
J. E.: Me llama la atención porque es la proclama de una propuesta, habla de una manifestación artística realizada por mujeres en la que no participan hombres.
K. V.: No, no excluye al hombre. Lo que intentamos mostrar es nuestra parte más íntima, no es una exposición que pretende provocar o llamar la atención o separarnos de otros pero sí quiero que provoque la calidad de la obra, la calidad de los contenidos, creo que mostramos nuestro mundo, nuestras preocupaciones a través de la pintura pero creo que, en este caso, mostramos algo muy íntimo. El territorio femenino es un título de juego.
C. G.: No es un territorio de conquista si no al revés.
J. E.: Tampoco sería ningún problema si tuviera un interés ideológico o un lema reivindicativo.
C. G.: No, no por supuesto.
José A.Garzón: Tiene un doble sentido por el hecho de que todas las artistas son mujeres. Por un lado, los integrantes de la exposición pero también por el contenido.
K. V.: Por el contenido, por el tema…
J. E.: Si bien no hay una proclama en el título podríamos decir que hay una mirada femenina.
K. V.: Exacto, es una mirada femenina. Una mirada al arte desde las mujeres.
J.A.G.: Ahí lo has bordado, ahí has estado fino, ¿eh?
J. E.: Bueno, me interesaba oír si detrás hay concepto, un deseo de expresar un mensaje…
J.A.G.: ¿Tú querías preguntar si es una exposición feminista?
J. E.: Yo creo que nada es inocente y alberga una intención o un deseo.
C. G.: El comenta si hay alguna intención.
K. V.: Para compensarlo estamos pensando hacer una exposición masculina, del territorio masculino, que también es interesante. Una exposición colectiva siempre tiene que seguir un tema, una idea, una unidad y por qué no hacerlo así pero…, no poniendo fronteras si no todo lo contrario, mostrar nuestras inspiraciones y un poco nuestro mundo quizá el territorio masculino puede ser diferente puede que no. Es una muestra inspirada en nuestra pintura más personal e íntima.
Vicente Vercher: ¿Y cómo ves Carmen el momento actual en los creadores de Valencia?
C. G.: Vamos a ver, aquí en Valencia la situación muy bien no está. Deprende a nivel de quién. A nivel institucional yo veo que hay una serie de artistas, que son siempre los mismos, a los que se les concede exposiciones, a los que se les lleva China, a Japón, a no sé dónde y es como un grupito muy cerrado y es como difícil de acceder para el que tenga interés en acceder.
V. V.: ¿Es difícil acceder por que tienes que tener algún tipo de carnet que te identifique políticamente?
C. G.: No sé si son cosas de carnet pero al poco que hables lo sabes. Sabes quienes son los que se mueven, quienes son lo que eligen. A mi ese entorno tampoco me interesa mucho. Yo veo que a nivel de la gente sí que hay una ebullición, hay muchas propuestas, la gente está siendo muy creativa, está reinventándose, está haciendo cosas que yo sí lo veo muy interesante. Por ejemplo, aquí en Ruzafa siempre está la gente haciendo cosas y a ese nivel particular veo que hay mucha actividad. La gente se mueve, tiene ganas de hacer cosas, al valenciano la crisis tampoco le chafa, somos de estos que queman la falla y al día siguiente te pones a trabajar. Tenemos un espíritu bastante lúdico. Lo que veo más triste es esto, que a nivel institucional no ayuden… Sobre todo a la gente joven, porque gente que ya lleva algún tiempo dice yo lo que quiero es pintar y que me dejen… Pero creo que a la gente joven que empieza, yo creo que no tiene muchos apoyos, ni mucha posibilidad. Siempre parece como que se centra todo en unos grupos y yo veo que en otras ciudades, en otros países, que la gente tiene como más posibilidades.
V. V.: Pero… ¿Esto siempre ha sido así? Ahora con la crisis se ha cerrado la manga ancha de la institución pública…
C. G.: Creo que la crisis ha venido bien porque la gente no está tan pendiente de subvenciones, de concursos si no que dice aquí nadie me va a dar nada y me lo voy a tener que currar.
V. V.: Y, ¿cuándo no estaba la crisis la administración también tenía su coto particular para los artistas?
C. G.: Yo es que tampoco he estado metida en ningún círculo y tampoco me ha interesado. También he vivido mucho tiempo en Barcelona y aquí no es que haya estado mucho pero… Me parece que sí, me temo que ha sido un poco así.
V. V.: Y, ¿ves gente que sale de Bellas Artes con nivel, con calidad?
C. G.: Sí, sí. La gente joven está haciendo cosas increíbles. Yo creo que la Facultad de Bellas Artes funciona muy bien, salen artistas muy buenos. De hecho, gente que ha salido hace un año o dos ya tiene una obra muy fuerte, se los ves muy bien preparados. Antes acabábamos mucho peor, antes era más autodidacta la facultad, tú aprendías de los compañeros, no te hacían un seguimiento tan importante.
V. V.: Tú crees que los profesores les motivan y les instruyen…
C. G.: Pienso que sí. Por lo que veo, y las obras de la gente más joven que conozco, ahí hay un germen muy bueno. Los artistas valencianos jóvenes son muy buenos.
V. V.: El camino del artista es muy duro, ¿te ha tocado luchar mucho para abrirte camino?
C. G.: Hombre…, lo mío ha sido trabajar mucho. Yo no puedo vivir sin pintar o sin dibujar, lo mío ha sido trabajar, trabajar y trabajar y lo mismo he trabajo con ilustración haciendo para El Círculo de Lectores o Plaza y Janés portadas o para algún concurso pero, principalmente, la pelea ha sido con el trabajo y con el cuadro. Lo que más me interesa a mí no es el reconocimiento o el que te digan lo buena que eres, lo que me interesa es que la obra me deje satisfecha. Por eso digo que la principal pelea es entre el cuadro y yo, lo demás es circunstancial. Igual, yo qué sé, ves que Belén Esteban pinta cuadros y…, no es así, ¿no? Ella hará una exposición y por ser famoso y tendrá éxito y venderá. El que tú puedas vender más o vender menos es circunstancial. Lo principal es que tú estés satisfecho con tu obra.
V. V.: ¿Eres exigente contigo misma?
C.G.: Claro, yo tengo una idea y me interesa estudiarla y, a veces, te vas por otro sitio y ese otro sitio también es interesante. El acabar siempre satisfecho de la obra es difícil, no es fácil eso de decir yo ya sé pintar y hago esto y ya está. Es una lucha importante y un entrenamiento porque en la que dejas de pintar… Como estés un mes sin pintar tienes que volver a empezar.
J.E.: En “El malestar de la cultura” Freud plantea que el poder se siente incómodo frente al creador y el creador se siente incómodo frente al poder, ¿debe ser incómodo o comprometido el artista frente al poder?
C.G.: Hay gente más comprometida y gente menos comprometida. Yo, por ejemplo, con mi obra… Mi obra no es una obra de denuncia. Yo estoy muy comprometida con el pueblo saharaui, colaboro con un proyecto, una escuela de cerámica, donde he ido a dar clases y mi compromiso es más personal. Si que puedo asistir a una manifestación pero no necesito pintar un cuadro con ese tema en todas las exposiciones; pero yo sí que, en mi vida, dedico parte de mi tiempo con este compromiso. Sí que hay gente que el cuerpo le pide protestar por medio de sus cuadros, todo es lícito, somos tantos tipos de gentes, tanto tipos de personas que cada uno puede expresarse como quiere. Matisse decía que sus cuadros debían conseguir un equilibrio que fuera para el trabajador como un buen sillón al contemplarlos.
K.V.: Yo creo que debe ser el artista el que tiene que estar comprometido, no su obra. Puede expresarlo a través de la obra o de dónde coloca la obra o qué tema toca. La pintura no puede ser politizada.
J.E.: Bueno… No existiría el ‘Guernica’ si no hubiera un mensaje político o ideológico.
K.V.: Claro, puede serlo en un momento determinado, pero no siempre.
J.E.: Dado el momento de crisis que vivimos no sé si los artistas expresan su malestar o su actitud de compromiso desde su obra o… Quizás sea el puro hecho de contemplar el arte por el arte y nada más.
C.G.: Hay de todo.
K.G.: Yo creo que no, el artista expresa lo que hay en su interior. Exigir de la obra que sea comprometida, siempre, al cien por cien no me parece posible.
J.A.G.: Hay algo que siempre me ha intrigado de la pintura. En la literatura está claro que el título de una obra se piensa mucho porque es el primer escaparate para alcanzar al lector pero, el tema de la titulación de los cuadros ¿es un proceso que se produce a priori o se realiza una vez acaba la obra?
C.G.: Yo los pongo después. Hay gente que se los trabaja mucho y que a lo mejor son tres líneas de título. Yo soy bastante escueta, el que tenemos aquí es ‘Ángel rojo’. A veces el título me viene después, pero tampoco le doy mucha importancia.
J.E.: A nivel de ilustradores, Valencia tiene una excelente cantera de nombres. Vemos ilustradores valencianos en Estados Unidos, Francia, Bélgica…
C.G.: Valencia es y ha sido cuna de grandes ilustradores. Valencia fue sede de la línea clara cuando estaba Sento, Daniel Torres… Luego se perdió un poco esa línea pero creo que ahora la ilustración está volviendo con muchísima fuerza. Lo que pasa es que muchos tienen que trabajar fuera. Conozco a Ana Miralles, una estupenda ilustradora que trabaja en Francia y Bélgica, que los álbumes se los editan allí porque aquí no hay editoriales. Yo creo que la ilustración está despegando mucho.
J.A.G.: Y en videojuegos hay unos cuantos valencianos destacados.
J.E.: Sí, sí. Hay varios ilustradores y coloristas valencianos trabajando para Disney o la empresa de Spielberg, Dreamworks.
C.G.: Sí, hay muchísimos profesionales y empresas valencianas haciendo una labor estupenda.
J.E.: ¿Tú también trabajas algunas obras en formato digital?
C.G.: Sí, yo utilizo el Photoshop más para ilustración. Me encanta pero te puedes tirar horas y horas, tiene muchas posibilidades.
V.V.: ¿Sigue siendo el artista un trabajador en solitario o es necesario que se una a otros artistas o necesita alguna corriente?
C.G.: Hay muchos tipos de personas. Hay quien le gusta estar solo y hay quien le gusta estar en compañía. A mí, personalmente, me encanta sumarme a otros artistas. Siempre he hecho exposiciones con compañeros, estoy con un grupo que es Arte en Red, que son como doscientos artistas, y nos juntamos para hacer exposiciones y a mí me encanta. Ahora, a la hora de trabajar yo trabajo sola. Alguna vez haces algo en colaboración pero, en general, trabajo sola.
J.E.: Recuerdo un profesor de filosofía que un día, hablando de estética, nos decía que hay que poner el término arte en cuarentena, que la palabra arte perdió peso. Antes se comentó que Belén Esteban pintaba y que su fama la ayudaba, entonces ¿arte es lo que sale de determinados grupos, lo que surge de determinados talleres, lo que aparece desde algunos movimientos?
C.G.: Yo creo que cada uno lo ve desde su punto de vista. Tú tienes que tener una información para llamar arte a algo. Por ejemplo, tú ves un cuadro en una tienda, en un mercadillo y no sabes quién es, no te han dado ninguna información…, ¿a ti, ése pintor te llega o te llega de otra manera si ese cuadro lo ves en el IVAM y con una información que te dice algo del pintor?, ¿lo ves de otra manera, no? Normalmente estamos un poco condicionados, no somos tan puros como para decir esto me gusta aunque este en un sitio horroroso. Pero arte puede ser cualquier cosa, desde Duschamp con el urinario eso ya se ha desmontado. Cada uno lo ve desde donde quiere verlo. Lo de la pintura es un poco lo que tú haces y lo que tú trasmites y lo que siente el otro. A lo mejor a ti te trasmito mucho y a otro no le trasmito nada o puedes pensar que es muy buena y otro que es una caca. No creo que tenga que haber una dictadura de decir esto es arte y esto no es arte. Hay cosas que son evidentes, yo veo una exposición de Barceló y quien diga que no es un artista pues, no sé…, quizás debería planteárselo.
J.A.G.: Pero…, desde tu percepción no parece atraparse, fácilmente, una definición del término o exponer cuatro requisitos que tú puedas decir estos requisitos se dan en esta disciplina.
C.G.: No, es muy difícil.
V.V.: Estoy leyendo un libro de Leonard Bernstein, ‘Te invito a un concierto’, y al principio habla de qué es la música y da a entender que es imposible definir qué es la música. El arte habría que definirlo como algo que nos motiva, siempre y cuando haya algo que me motive, que me llame la atención y que me diga algo lo voy a considerar arte. Mi nivel de exigencia será éste y el nivel de exigencia de otro señor será distinto y a lo mejor a ese señor le gustan los cuadros de Belén Esteban.
J.A.G.: Pero es un problema que no haya una definición o un argumento que atrape el principio del arte.
V.V.: Pero mira, el tiempo nos pone a todos en su sitio. Cuando Warhol empieza a pintar botes de conservas, su entorno decía que aquello no era arte ni nada y hoy es una clásico.
J.E.: Pero Warhol fue muy contestatario sobre el modelo social imperante. Su amistad con Robert Mapplethorpe, su exhibicionismo, sus amores, exaltar lo popular sobre otras expresiones artísticas…
V.V.: Sí, sí, pero separemos al personaje de la obra. Intentamos definir arte y fíjate…, hay artistas que han creado un personaje fantástico de sí mismo y su obra ha estado por debajo de su personalidad.
J.A.G.: Pero el tema preocupa. Si no tenemos una definición que atrape arte, de aquí, de este encuentro Balen Esteban sale artista.
C.G.: No, no.
V.V.: No creo.
J.A.G.: Pero si es por seguimiento, ella tiene más seguimiento que cualquiera de nosotros.
K.V.: Pero el arte, ¿está en el artista o está en la obra? ¿Cuál es la frontera?
J.A.G.: Ya, pero creo que habría que atribuir algunos rasgos que definan…
C.G.: … Pero también está el mercado. El mercado es también el que a veces marca las tendencias.
J.A.G.: Yo recuerdo que Goethe definía el arte como, ‘el arte es lo que media entre las naturaleza y el conocimiento, ya que se trata de otra naturaleza pero mucho más intelectiva ya que brota del ser humano’.
J.E.: Muy bonito y muy interesante aunque algo resbaladizo ya que plantea un arte que nace desde la naturaleza.
J.A.G.: Pero al menos hay un deseo de atrapar el concepto de arte.
J.E.: Pero, a lo mejor, no es necesario que atrapemos una definición o unos valores únicos para el arte.
V.V.: Lo bonito del arte es eso, no poder atraparlo en una definición. El arte debe llegar a emocionar.
J.A.G.: Bueno, ya introducimos un elemento de definición, la capacidad de emocionar. Me has quitado un problema ya que Belén Esteban no me emociona.
J.J.: En un libro de Punset, cuyo título no recuerdo ahora, comenta que la neurociencia detectó que nuestro cerebro recibe una emoción y la transforma en un sentimiento y, según nuestra cultura, ese sentimiento lo expresamos de una forma u otra; eso me hace pensar que una expresión artística nos puede llegar de formas muy distinta.
K.V.: Por eso es tan importante la educación, la cultura, para abrir nuestros sentimientos.
C.G.: Creo que es importante que la gente sepa acercarse al arte, que descubra qué cosas le conmueven. Yo, al menos, pretendo que mi obra trasmita sensaciones en el espectador.
J.E.: Por cierto Carmen, ¿vives de la pintura, de las ventas de tus obras?
C.G.: Bueno… No. Hasta hace unos tres años pude vivir de mis trabajos como ilustradora y pintora pero la crisis ha puesto las cosas muy difíciles y desde hace unos tres años vender producción resulta muy complicado. Ahora mismo no vivo de mi trabajo artístico.
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VLC Ciudad / Jimmy Entraigües