Tres de las tumbas colectivas estaban ubicadas en un campo de fútbol, según informó Jan Kulbis, enviado de la ONU
Kulbis aseguró al Consejo de Seguridad de la ONU que la evidencia de los “crímenes atroces” cometidos por el Estado Islámico en Irak había sido hallada en zonas yihadistas que las fuerzas de seguridad iraquíes, con apoyo de una coalición liderada por Estados Unidos, han recuperado en los últimos meses.
Fue así que en la ciudad de Ramadi, liberada en febrero, tres fosas comunes con restos de 40 personas fueron encontradas en un campo de fútbol el pasado 19 de abril, detalló Kulbis.
El enviado dijo que la crisis humanitaria seguía empeorando en Irak, pues cerca de un tercio de la población, es decir alrededor de 10 millones de personas, necesita ayuda urgente. La cifra duplica la del año pasado.
Kulbis señaló que dos millones más podrían ser desplazadas a finales de año por las campañas militares contra ISIS.
En ese sentido, el funcionario instó a los líderes del país a resolver las diferencias que han provocado ya protestas en las calles de Bagdad, argumentando que la agitación sólo afianzará al grupo yihadista. “Ellos son los únicos beneficiados por la inestabilidad política y la falta de reformas”, advirtió.