Una soga que atrapa
El Péndulo | Jimmy Entraigües. Sala Russafa unió esfuerzos con VLCNegra para producir, y presentar durante el festival, una puesta en escena de uno de los grandes títulos cinematográficos del director británico Alfred Hitchcock: ‘La soga’ (1949).
Fiel a la adaptación del clásico (Iria Márquez asume el trasvase a las tablas, así como la dirección de la versión que Arthur Laurentis generó para el film a partir de la obra teatral de Patrick Hamilton), ‘La soga’ se presenta como una más que competente pieza escénica del panorama teatral local.
Olviden el film, y su ejercicio estilístico, quienes lo vieron y disfruten (primerizos y avezados) de un interesante juego de misterio y suspense donde interpretación y texto gobiernan las tablas.
La propuesta de Iria Márquez no renuncia a la ambientación de los años 40’/50’, quizás con el deseo de mantener el sabor del clásico hitchcockniano, y juega bien esa solución ya que permite disfrutar el toque british que exhala la obra, al partir de texto del film, y nos aproxima a modelo de juventud adinerada y sofisticada americana que, ante su ocio, experimenta su lado más oscuro desde prismas intelectuales y teóricos. Si el film era también una mirada crítica a un determinado círculo social, Márquez lo escenifica con acertada elección en la dirección de actores y en el acento de algunos pasajes.
Y… Si bien es cierto que la obra pone sobre la mesa la justificación del crimen, las conductas morales y éticas y…, el tema de la superioridad de unos sobre otros, no es menos cierto que ejecutar un crimen y esconder el cadáver en un arcón a la vista de todos, es también la evidencia de una sociedad que oculta su macabros hechos de la misma forma.
Resuelve con gusto la directora (y sin pérdida de ritmo que es importante) los espacios de acciones y de interacciones entre personajes, el espectador agradece la continuidad narrativa mientras las acciones secundarias se siguen produciendo. A ello se suma una buena utilización del espacio escénico lo que facilita que la dramaturgia encuentre su correspondencia con la distribución espacial del decorado y el movimiento actoral.
Márquez debe sentirse contenta de tener a su disposición actores y actrices como Darío Torrent, Jaime Vicedo, Raquel Ortells, Vicent Pastor, Rosa López y Juan Carlos Garés, todo un plantel de lujo que muestra soltura, credibilidad y altísima profesionalidad para una obra que requiere jugar, y así es desde su principio, con lo que se conoce y desconoce, lo que se sabe y lo que se oculta, lo que se dice y lo que no se dice.
Aún hay tiempo para disfrutar de ‘La soga’, hasta el día 15 de mayo, y de un excelente momento de diversión bajo una macabra cena. No lo dude.