Valencia Noticias | Agencias.- El Ayuntamiento de Pobla de Farnals y Aguas de Valencia han organizado una cata de agua pública, en la jornada medioambiental conmemorativa de la Semana Europea de los Residuos, para divulgar y sensibilizar a la población local de valor del agua suministrada.
A lo largo de la mañana se han realizado 60 catas de agua a ciegas con vecinos del municipio donde probaron diferentes aguas y donde pudieron contrastar los sabores y sensaciones organolépticas. Los resultados demostraron que el 65% de los participantes no fueron capaces de diferenciar el agua de grifo de las embotelladas, descubriendo que todas ellas son similares pero, en el caso de la recibida en sus hogares, ésta es notablemente más económica y, ambientalmente, más eficiente y más saludable.
Jornada medioambiental
A dicha jornada acudieron el alcalde de Pobla de Farnals, Enric Palanca, la concejal de Transporte, Energía, Medio Ambiente y Protección civil, Sonia Rivilla y la Concejal de Urbanismo, Victoria Prieto; mientras que, por parte de Aguas de Valencia, participaron el director de operaciones del área metropolitana, José Miguel Gandía, y del delegado de La Pobla de Farnals, Jorge Barea.
La jornada se inició con una degustación de aguas de la red de suministro público de Pobla de Farnals y aguas embotelladas, en un clima lúdico y de autodescubrimiento, donde a los participantes conocieron algunas propiedades del agua del grifo del municipio, haciéndose especial hincapié en su valor tanto organoléptico y medioambiental.
Por otra parte, los técnicos de Aguas de Valencia explicaron a los asistentes los procesos de potabilización llevados a cabo en las en las potabilizadoras así como las innovaciones y tecnologías implantadas en los últimos años –desinfección con luz ultravioleta y filtración con carbón activo-, mejorando así la sensación organoléptica del agua suministrada a los ciudadanos.
La cata de agua ciegas, un acto protocolario
Los organizadores siguieron un protocolo a la hora de realizar las catas a ciegas, de forma que los catadores probaban varias muestras de aguas sin estar identificadas, una de las cuales correspondía a la de suministro público del propio municipio. El resto de muestras correspondían a aguas embotellas de diferentes marcas que se podían encontrar en tiendas y supermercados de la zona. El agua de suministro público se tomó el día anterior en las propias dependencias municipales llenando varias jarras que fueron introducidas en una nevera junto con las aguas embotelladas.
Las conclusiones extraídas de esta cata fueron las siguientes:
1º) La gran mayoría de los catadores no ha identificado el agua del grifo respecto a las embotelladas.
2º) El agua del grifo está perfectamente controlada y analizada constantemente por las empresas gestoras, ayuntamientos y autoridades sanitarias, con todas las garantías de potabilidad.
3º) El agua de suministro público en el área metropolitana de Valencia ha mejorado organolépticamente respecto a la suministrada años atrás gracias a las tecnologías aplicadas en los sistemas de tratamiento de las potabilizadoras, con la desinfección con luces ultravioletas o los filtros de carbón activo.
4º) Sanitariamente, el agua del grifo está continuamente controlada siendo potable, es muy parecida a muchas aguas embotelladas y es mucho más barata.
5º) En contra de algunas creencias que aseguran que el agua con baja mineralización es la adecuada para el individuo, el agua que tenemos en nuestra tierra es de alta mineralización, lo que nutricionalmente es beneficioso ya que aporta minerales necesarios a nuestro organismo para la gran mayoría de la población, como por ejemplo calcio para los huesos
6º) El agua del grifo es medioambientalmente más adecuada ya que permite ahorrar una gran cantidad de residuos y emisiones de CO2.
Así pues podemos considerar que las catas de agua divulgativas se consolidan como un buen recurso de sensibilización y diálogo con la ciudadanía.