El Péndulo | Redacción.- Esta vez el suplemento cultural `El Péndulo’ se ha acercado a la sede de `Libro, vuela libre’ para entrevistar a la autora valenciana Emilia Casasús, integrante del programa anual de talentos de los talleres de escritura creativa adscritos a esta iniciativa cultural, que acaba de publicar: ‘Por si se me olvida`, una historia repleta de secretos familiares.
El Péndulo: ¿Cómo surge está historia de secretos familiares al descubierto que narras en tu novela?
Emilia Casasús: Surge como una necesidad. De hecho, me he basado en mi propia familia y la tomé como ejemplo; aunque hay ficción, claro. Es una familia amplia y muy unida y…, siempre me ha pesado la unión familiar y desde pequeña, porque siempre fui muy observadora y callada, me gustó ver la familia, el grupo familiar, desde lejos. He visto cosas, en mi familia y en otras, que me han llamado la atención. Siempre he vivido, y vivo, en un pueblo pequeño donde la gente, prácticamente, no usaba la llave para cerrar sus casas. Todo el mundo se conoce y se relaciona. Digamos que la vida de los demás es tu vida. Y en esa relación, se hablan cosas, se obvian cosas, no se habla de unos temas y…, digamos que a mí siempre me ha gustado estar cerca de las personas mayores para escuchar las historias que se contaban. Esta novela ha sido una necesidad, un deseo de contar historias de familia que se callan o que se conocen pero no se dicen. Para mí ha sido una necesidad escribir esta novela.
E.P.: El título ‘Por si se me olvida’ atrapa ese deseo de contar pero, ¿qué es lo que se puede olvidar?
E.C.: La obra es como un diario. Podría haberlo hecho como un diario pero lo encontraba muy vulgar. Yo quise darle forma de cada día para ir anotando cosas que uno no puede olvidar en la vida y que debe trasmitir. Esos miedos que no se cuentan, ese tanto esconder, ese tanto disimular… Digamos que no se pueden guardar todas esas cosas y quería que quedaran para generaciones posteriores. El título se refiere a eso, a eso que no se puede olvidar porque las generaciones que vienen tienen que saberlo.
E.P.: En la obra las mujeres tienen una notable presencia, además de la protagonista que nos guía por su familia. ¿Deseabas que fueran ellas quienes llevaran el peso de la historia?
E.C.: Sí, sí. Quise que fuera así, he intenté no sobrepasar la barrera feminista y…, necesitaba contar la historia desde las perspectiva de la mujer. Si le hubiera dado más protagonismo a un hombre no hubiera contado lo que yo quería. Viví una infancia en la que los hombres nunca estaban. Ellos trabajaban, estaban en el bar o estaban durmiendo. Me fui a un plano más real donde el protagonismo era el de las mujeres. La mujer pintaba muchísimo en casa. Yo recuerdo que las mujeres de mi familia han sido las que han llevado todo hacia adelante. He querido trasmitir en la novela esa situación en la que los hombres no están porque era real, era así.
E.P.: La novela se sitúa en un pasado reciente donde en los pueblos había, hoy ya no tanto, un gran hermetismo en lo familiar y en lo social; hay secretos que se saben y se callan, ¿no es un poco opresiva esta situación?
E.C.: Quise remarcar mucho ese aspecto. Son secretos a voces, todo el mundo los sabe pero nadie los dice. Todo lo que he puesto en la novela tiene un sentido y quería que se supiera. He sido una niña introvertida y me gustaba observar todo lo que había alrededor mío y…, desde pequeña ya descubrí que había muchas cosas que se callaban en el pueblo y en la familia. Hay mucho de mí en el personaje de Viri, la niña. Hay sentimientos de pérdida, de no saber por dónde andas, de no encontrarte.
E.P.: Pero hay una mujer que sí ampara a la niña, que es su tía.
E.C.: Sí. Es la mujer fuerte, la que sabe lo que quiere y eso ayuda al personaje a crecer, a superar sus carencias. Quería que mi protagonista superara sus problemas.
E.P.: En la novela hay un pasaje muy erótico, ¿deseabas incluir entre los secretos a voces el juego erótico que mantiene uno de los matrimonios que aparece en la historia?
E.C.: Sí, porque eso estaba como muy escondido. Sí he visto los indicios y los preliminares que conducen a una relación intensa. La pareja que quería mostrar era una pareja muy visceral, de hecho me centré en una pareja que conocí, y quería ver en ese choque lo que sucedería después. El personaje de él, aunque con su pareja está muy envalentonado, sabe parar si intenta acercarse a otra mujer…, quiero decir que es un personaje que con su pareja hace sexo violento pero no se sobrepasaría con otra mujer. Todo es ficción pero también busqué la parte buena, positiva. Si un hombre es violento en el sexo, ¿podría sobrepasarse con otra mujer? Y vi que no, que sabría pararse a tiempo. La escena erótica quería incluirla porque es también una parte de lo que se esconde y porque me hacía ilusión tocar el tema.
E.P.: Ahora ya tienes una novela publicada y sé que te interesa seguir creciendo como autora, incluso has asistido a talleres literarios para ampliar tus herramientas como escritora, ¿qué te impulsó a sumarte a los talleres de la iniciativa ‘Libro, vuela libre’ que dirige Aurora Luna?
E.C.: Cuando escribí la novela nunca había asistido a ningún taller literario. Luego de escribirla me puse en contacto con una persona para que me ayudara a corregir y supervisar el texto. Me encanta aprender y busqué un taller donde pudiera hacerlo y conocer todo lo que significa escribir. La energía de la gente que hay en un grupo ayuda a conocer las diferentes maneras de ver las cosas y eso me fascina. Yo vengo aquí y…, a lo mejor mi relato me ha gustado o no y…, descubro que otras personas ven otras formas, otras maneras de decir y contar las historias. Todo eso me ayuda a saber más y aprender de los ejercicios y tener más puntos de vista. Siempre me sorprendo con un ‘¡mira cómo ha contado la historia esta mujer!’ o con un ‘¡qué detalle más interesante hay en ese cuento!’ Intento aprender y un taller es muy bueno para conocer y saber cómo quieres decir las cosas, aunque me parece que nunca se aprende bastante.
E.P.: Ahora estás en un taller de escritura creativa y eso supone poner muchos mecanismos de la imaginación al servicio de la creación, ¿te gusta explorar estas herramientas creativas?
E.C.: Sí. Me encanta ver la manera en que se puede crear y escribir. Incluso cuando haces algo sobre lo que dices: ‘¡jo, qué pesadilla!’ terminas disfrutando y descubriendo su utilidad. Como dice Aurora en las clases “hay que seguir explorando”. Se nos pueden escapar ideas, pero al ir trabajando y escribiendo vas dándole forma a los temas que deseas incluir. Yo, confieso, prefiero escribir en ordenador, veo a la gente que escribe en papel y me maravilla pero…, soy más de escribir en el ordenador. Me cuesta escribir en papel.
E.P.: ¿Vas a seguir explorando en el territorio de la familia y los secretos íntimos?
E.C.: Sí, sí. El territorio familiar es muy interesante para poner al descubierto muchísimas historias. Después de terminar esta obra, soñé con una mujer que no conozco y…, aquella mujer me contó muchas cosas. Un mes más tarde, hablando con una tía mía le comenté el sueño y me dijo: ‘esa era mi abuela’. Me quedé sorprendida y le contesté: ‘¿tu abuela pintaba y era una artista?’, y me dijo que sí. Empecé a preguntar y a buscar datos sobre la mujer y terminé descubriendo que había tenido una bisabuela que era pintora, que no podía engendrar hijos y adoptó el hijo de una vecina. Bueno, una historia fascinante la de aquella mujer.
E.P.: Ya tienes una historia para tu próximo libro.
E.C.: Sí, me gusta la historia de esta mujer.