Si hay algo que suele preocupar al cliente a la hora de comprar un electrodoméstico es la vida útil del mismo. Pues bien, al respecto resulta conveniente mencionar que un frigorífico no solo debe ser cambiado en el momento que pasa a mejor vida, sino cuando sus prestaciones dejan de ser las necesarias para su correcto funcionamiento y pueden incluso suponer un peligro para la salud.
Es muy importante que este electrodoméstico garantice una conservación adecuada de los alimentos, ya que somos lo que comemos y son muchas las enfermedades que aparecen por un uso incorrecto de los alimentos.
Si tu frigorífico tiene ya unos cuantos años las ventajas son todavía mayores. Ya que actualmente existen en el mercado modelos que permiten un mayor ahorro en la factura de la luz. Se trata de los conocidos como electrodomésticos eficientes energéticamente.
Se estima que cerca del 20% de la energía que se utiliza en el hogar va destinada a la conservación de los alimentos, por eso es tan importante ser minucioso a la hora de escoger la nevera.
Una buena elección son los electrodomésticos A++ y A+++, compañeros perfectos para un ahorro sustancial del dinero que se invierte en la factura de la luz. Tal es así, que se estima que la venta de neveras a particulares con estas características ha crecido de forma considerable en los últimos años.
Por ello a la hora de comprar un frigorífico hay que prestar especial atención a determinados aspectos, como por ejemplo:
El aislamiento, indispensable para mantener la nevera en perfectas condiciones. Los especialistas recomiendan un espesor de aislamiento por encima de los 7 cm.
El condensador autolimpiante, un aval en el funcionamiento de nuestro frigorífico que aumentará la vida útil del mismo.
La eficiencia energética, que agradecerá no solo nuestras facturas sino también el medio ambiente.
El volumen de la carga es otro factor determinante si quieres disponer de un electrodoméstico que se adapte a tus necesidades.
Cabe además tener en cuenta una serie de recomendaciones antes de la instalación de la nevera, tales como cuál es el lugar más adecuado para su colocación, el sentido de la puerta o la ventilación de la misma.
De acuerdo con lo mencionado en el apartado anterior, si estás pensando en hacerte con un frigorífico nuevo, resulta conveniente medir el espacio reservado en la cocina para este electrodoméstico, evitando así posteriores sorpresas en su colocación.
Asimismo, aunque es algo que muy pocas personas saben y no suelen tener en cuenta, la nevera necesita de un pequeño espacio con respecto de los muebles colocados a su lado. Estamos hablando de apenas unos centímetros que permitan su correcta ventilación, pues las paredes laterales suelen calentarse.
A este respecto conviene además evitar la exposición a fuentes de calor como pueden ser el lavavajillas y el horno y a ser posible que el sol no incida de forma directa sobre ella.
Otra cosa que la mayoría de los mortales desconocen es que uno puede contactar con el servicio técnico de la casa para cambiar la orientación de la puerta del frigorífico. Algo muy útil dependiendo de las características de la cocina en la que vaya a ser instalado.