No, es de José Luis Fernández.
Si tuviste la oportunidad de visitar la exposición itinerante sobre el insigne artista a valenciano Mariano Benlliure Gil probablemente contemplarías un bellísimo busto en mármol que representa a Goya e inevitable al verlo pensar en los premios del mismo nombre. ‘Los Goya’ cuya primera edición se realizó en marzo de 1987 por la por la Academia del Cine. Se trata del mismo busto. ¿Casualidad?
El magnífico retrato inédito de Goya (1746-1828) tiene su antecedente en el monumento de obra civil al pintor frente al museo del Prado encargo del Ayuntamiento para conmemorar la jura de la Constitución de Alfonso XIII en 1902.
Mariano Benlliure realizó otro busto en bronce de Goya, fechado en 1912 y que corresponde a la segunda versión con algunas variaciones respecto a la primera de 1902, obra en mármol que conserva en el Museo de Bellas Artes de Santiago de Chile y que visitó España en la exposición ‘Mariano Benlliure. El dominio de la materia’
Concebida como una obra independiente y de nueva factura, su modelado ganó en precisión, matices y delicadeza
Pero la estatuilla que actualmente se entrega en los ‘Goya’ es obra del escultor José Luis Fernández. El busto de Goya de Fernández que reproduce de forma tosca y amanerada cada uno de los detalles del de Benlliure, desde los rizos del pelo o de los pliegues de su pechera, al gesto y la expresión de la cabeza de forma algo más suavizada, los rasgos de la obra de Benlliure.
En alguna ocasión se ha llegado a decir que es la obra del mismo Mariano Benlliure. Una rápida observación de cualquiera de los dos servirá para poner en evidencia el origen de la estatuilla.
Representados en un primer momento por un busto de Goya del escultor Miguel Berrocal, ‘inspirado’ en el busto que Mariano Benlliure esculpido en 1902.
“Se trataba de una escultura desmontable que combinaba el busto del pintor Francisco de Goya con una cámara cinematográfica. Desde la segunda edición (Cuando D. Antonio Giménez Rico ocupó la presidencia de la Academia, se encargó un nuevo busto-estatuilla, que volvió a inspirarse en el de Mariano Benlliure) la estatuilla se encargó al escultor José Luis Fernández, quien desarrolló un nuevo busto en bronce que representa al pintor. Un monumento a Goya, una de cuyas primeras fundiciones en bronce puede verse en una de las salas del Museo del Prado dedicadas a Goya” (texto extraído de la página web de los Premios Goya).
Esta segunda estatuilla del Goya de Benlliure se inspiró, como hemos comentado en la de 1902 y en los autorretratos del artista. Con una diferencia, la primera de Miguel Berrocal, pesaba cerca de 15 kilos, y contenía un mecanismo interno que cuando se ponía en marcha activaba una cámara de cine de la cabeza de la figura. Precisamente por su peso, decidió cambiarse por un diseño de José Luis Fernández, un artesano de Torrejón de Ardoz. «Las únicas condiciones que me pusieron para crear la figura es que fuese un busto de Francisco de Goya, que no pesara mucho y que tuviera un tamaño no muy grande para que fuese fotogénico»-afirmó José Luis Fernández.
Al parecer en algún momento de la presidencia de D. José Luis Borau, se intentó sustituir el busto de Goya de Fernández por una reproducción del original realizado por Benlliure, llegando a contactar con los descendientes del escultor que autorizaron desinteresadamente que se reprodujera la escultura para ese motivo. Por algún motivo que desconozco, dicho proyecto no se realizó y continuó entregándose la misma estatuilla.
La Fundación Benlliure llegó a afirma en su web : “En estos momentos en que en el Ministerio de Cultura existe una clara postura de defensa y protección de los derechos de autor, sería recomendable que se tomaran medidas para que una institución dependiente de él, como la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, cuidase más su imagen y no utilizase para premiar una de las Artes una estatuilla de tan dudosa gestación.”
Con respecto a la marca de ‘los premios Goya’ podríamos comentar que tampoco ha estado exenta de polémica. La Asociación de Fotógrafos Profesionales de Zaragoza, tiene concedida su marca Premios Goya desde el 2000 y en el 2004 la Oficina Española de Patentes y Marcas, le otorgaba el uso exclusivo de la misma. Por ello la Academia de Cine decidió ese año no utilizar por prudencia el término ‘Premios Goya’. Ese año se hacía referencia a los Premios Anuales de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.
Lo cierto es que en torno a la Marca ‘Los premios Goya’ también he encontrado polémica, ya que desde el 2004 la Academia de Cine decidió ese año no utilizar por prudencia el término ‘Premios Goya’. Ese año se hacía referencia a los Premios Anuales de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, ya que estaba pendiente una resolución de un recurso presentado ante la Oficina Española de Patentes y Marcas, que otorgaba el uso exclusivo de la Marca a la Asociación de Fotógrafos Profesionales de Zaragoza.
Esta asociación tiene concedida su marca Premios Goya desde el 2000, y la Academia finalmente desde 2009, pero la asociación fotográfica recurrió esta concesión y su recurso fue aceptado en junio de 2003, y la Academia no dudó en recurrir.
A pesar de la polémica ambas marcas en la actualidad conviven en el mercado y no solo eso, la Academia ha solicitado el busto de Goya como marca tridimensional y ha sido concedida.
El molde de los Goya en el Taller de José Luis Fernández, según la web de los premio Goya
Antes de su definitiva versión en bronce, cada «goya» goza de una preexistencia fugaz. Laborioso y artesanal sistema de fundición -los trofeos se realizan uno a uno-, conocido en el argot de los escultores como a la cera perdida, cuyas principales etapas son:
Sacar de un molde de silicona la correspondiente reproducción en cera.
Introducir ese busto de cera en un cilindro de acero donde, una vez cubierto de un revestimiento cerámico, se consigue a 700 grados el espacio negativo ?el hueco? que habría de llenarse a su vez con una inyección de bronce líquido.
Tras retirarse el revestimiento, limpiar la figura, cincelarla para eliminar sus posibles defectos, y aplicarle una pátina verdosa mediante combinación de ácidos y calor.
Mariano Benlliure Gil
Nació en Valencia, el 8 de septiembre de 1862, en donde pasó su infancia empapándose del ambiente artístico que imperaba en su familia; su padre era pintor decorador y sus tres hermanos mayores, Blas, José y Juan Antonio, eran pintores de reconocido prestigio.
Sin embargo, el desarrolló rápidamente pasión por la escultura, siendo totalmente autodidacta, ya que no asistió a ninguna academia, ni escuela artística, trabajando, eso sí, en algunos talleres dibujando, tallando y cincelando.
Ya con tan solo trece años, en 1876, presentó una obra en la Exposición Nacional de Bellas Artes, titulada ‘Cogida de un Picador’.
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