El “comandante” Morales, cumplirá 100 partidos vistiendo la camiseta azulgrana, según informa el propio club en el Wanda Metropólitano.
Valencia/.- Llegó a la primera plantilla del Levante en el verano de 2014 para adueñarse del imaginario de los seguidores levantinistas. Atrás quedaba una productiva cesión al Eibar, marcada por el éxito que implicó el ascenso de la entidad armera al universo inexplorado de la Primera División, y un puñado de confrontaciones con la camiseta del Atlético Levante en Segunda División B pegada a su piel que le permitieron abrazar la fe granota durante un período todavía formativo. Parece incuestionable que en los últimos tiempos ha adquirido linaje y también consideración en el sacrosanctorum del vestuario azulgrana. Su condición de capitán ratifica la relevancia que asume cuando salta al verde en el marco de la competición oficial. Hay ascendente y rango en sus manifestaciones cuando se ajusta las botas. Es uno de los guías espírituales de un grupo que trata de reafirmar sus lazos con la máxima categoría del fútbol nacional. Y el próximo domingo desde las 16:15 horas en el Wanda Metropolitano podría elevar sus registros personalizados hasta alcanzar el centenar de comparecencias sobre el pasto en el cosmos de la elite con la elástica blaugrana.
Quizás no exista un escenario con mayor calado para lograr festejar una cifra repleta de simbolismo ante su significación. No es un hecho habitual en el expediente del club de Orriols. El Comandante puede entrar en el selecto club de los jugadores granotas que han conquistado las cien apariciones como levantinistas en el primer escalafón del balompié. En ese sentido, seguiría el rastro de David Navarro (109), Rubén (112), Pedro López (113) o Juanfran (153). Son los únicos futbolistas de raíz granota que mejoran sus prestaciones en el firmamento de la Primera División, si se contabiliza el relato conformado por las doce temporadas de pertenencia de la entidad al ecosistema de la Primera División. Morales ya aventaja a iconos que perduran en la memoria blaugrana como Ballesteros o Iborra.
Lo cierto es que su rendimiento durante el ejercicio en recorrido no está resultando testimonial. Quizás sea suficiente con echar una somera mirada al partido postrero ante la U.D. Las Palmas para descubrir la trascendencia de su influencia. El Comandante estuvo presente en la mayoría de las acciones ofensivas de la escuadra que prepara Paco López. Su participación fue absoluta. Rozó el gol en el nacimiento de la segunda fase y en los minutos finales. Y en cierto modo, actuó de heraldo de los dos goles conquistados por Coke y Campaña. En las dos acciones capitalizó la atención previa. No son los únicos indicativos que acentúan su relevancia en el seno del bloque.
Morales lidera la tabla de los principales anotadores del curso, se proyecta con determinación en dirección hacia la cúpula de los principales goleadores históricos del Levante en Primera División, con dieciséis goles en su zurrón, tras rebasar a Arouna Kone, concidiendo con la diana obtenida en Girona, y asume la condición de principal representante del plantel anclado sobre la superficie del campo con la suma de 2481 minutos en el ámbito de LaLiga Santander. Parece una constante tras su desembarco durante el ejercicio 204-2015 en un choque ante el Athletic Club en San Mamés. Los números que maneja en la competición liguera denotan profundidad. Son su principal aval. Por norma, la frontera de los treinta partidos por curso. No es una cifra menor que el protagonista quiere seguir engordando.