Un año más, la Misa de la Descoberta dio paso a la máxima expresión de fervor popular conocida en la plaza de la Virgen, cuando la imagen de la Virgen de los Desamparados inició, gracias al descomunal esfuerzo y pasión de los ‘Eixidors‘, el Traslado desde la Basílica hasta la Catedral.
Un año más, los valencianos piropeaban a la ‘Maredeueta’ aupados sobre la multitud, y los niños eran acercados como volando hasta tocar el manto de la Virgen para, así, hacerse acreedores de su gracia.
En un maravilloso ‘caos organizado’, la inmensa multitud que abarrotaba la plaza pudo disfrutar de su Patrona sin que se sucediera contratiempo ni emergencia alguna, más allá de algún desmayo producto del lógico calor de una soleada mañana de mayo.
Parece increíble que, en medio de tal aglomeración no se registre ningún problema. Pero ésa es la grandeza del Trasllat. En palabras de los ‘eixidors’, está todo controlado. Nada se deja a la improvisación salvo las propias expresiones de cariño de los valencianos.
Los actos festivos en honor a la Virgen de los Desamparados se cierran esta tarde con la procesión que llevará de nuevo la imagen a su ubicación habitual, la Basílica de la Virgen, en otra multitudinaria muestra de fervor del pueblo valenciano hacia su Patrona.
VLC Ciudad / Javier Furió. Fotos: Isaac Ferrera