Se celebraba este sábado el primer aniversario de la proclamación de Alberto Fabra como presidente del PPCV en aquel XIII Congreso Regional provocado por la ‘invitación’ del presidente nacional, Mariano Rajoy, a Francisco Camps para que abandonara tanto su cargo como presidente de la Generalitat como del PPCV.
Muchas cosas han ocurrido desde entonces y pocas buenas para el Partido Popular de la Comunidad Valenciana, desde entonces. Los casos Gürtell y Bárcenas han golpeado -y siguen golpeando- a los populares valencianos con especial crudeza, sin que parezca haber un final.
De ahí que el acto celebrado en elAuditorio Mar Rojo de l’Oceanográfic tuviera una importancia más allá de la efeméride o de la Convención regional del PPCV, que se celebrará el próximo 7 y 8 de junio en Castellón. Los acontecimientos de los últimos días parecen presagiar una nueva oleada de malas noticias para los populares, si las gestiones iniciadas por el juez Castro acaban finalmente con la imputación de la alcaldesa Rita Barberá y el ex presidente Francisco Camps en el caso Nóos.
No es de extrañar, por ello, que la alcaldesa haya escogido precisamente el acto de apoyo a Fabra para robar un poco de protagonismo al jefe del Consell para anunciar, ante cientos de sus correligionarios y con delfines y algún que otro tiburón tras ella -recordemos que el cristal tras el escenario forma parte del inmenso acuario del Oceanogràfic-, anunciar que se presentará una vez más como candidata a la alcaldía de Valencia en las municipales de 2015. Barberá aseguró, de hecho, que volverá a ganar. Y si bien es cierto que las últimas estadísticas arrojan un acentuado descenso del voto popular, no lo es menos que en la anterior convocatoria de elecciones municipales, su candidatura alcanzó el mayor apoyo conseguido jamás en Valencia por ninguna opción política.
Rita Barberá ha ofrecido, como suele ser habitual en ella, un discurso plagado de muestras de firmeza y fortaleza, quizás como corresponde a los momentos que corren y, por qué no decirlo, teñidos de la misma actitud desafiante de la que en su día hiciera gala Francisco Camps, cuando anunciaba su retirada del primer plano político para dedicarse a “limpiar su nombre”.
Lo único que cambia en esta ocasión es que Barberá no está sola. El presidente Fabra sacó pecho por su compañera de partido y en un parlamento cargado de emotividad, entonó sus palabras de apoyo incondicional: “hoy más que nunca -dijo dirigiéndose a la alcaldesa de Valencia- te quiero mostrar todo mi apoyo y el del partido, que sabes que lo tienes”.
VLC Ciudad / Javier Furió