No fue una tarde de sábado más en el Trinquet Pelayo de Valencia. Como siempre habían dos equipos enfrentados y, como siempre, hubo una formación campeona. En esta ocasión fue el trio de Pablo, Félix y Tomás II el que se impuso por 60 a 40 al de Álvaro, Nacho y Monrabal, proclamándose así campeones de la segunda fase de la Copa Diputación. Hasta ahí como cada tarde.
Pero los fieles asistentes a la catedral de l’escala i corda asistieron a la confirmación de una nueva figura de este deporte, Pablo de Sella. No es fácil hacer lo que él hizo, encararse a Álvaro en su casa, vencerle y, además, recibir la aprobación unánime de la siempre exigente afición de Pelayo.
Algunos, los más papistas, al término de la partida afirmaban que todavía tiene que mejorar en los rebotes. Detalles que se van puliendo con la práctica. Por todo lo demás, perfecto. Domina las dos manos, sabe orientar la pelota, imprimirle potencia cuando es necesario y sobretodo, lo más destacable, tiene capacidad para mantenerse sereno en los momentos claves de la partida. Madera de líder y campeón.
Porque la del sábado no fue una victoria sencilla. Pablo tuvo que sobreponerse a duras adversidades, en especial, cuando después de hacer cinco juegos seguidos se quedó estancado y permitió que el trio de Álvaro lograra la igualada a 40. Y el de Faura no es de los que desaprovecha estas concesiones.
“Que se que queden ahí, va”, exclamó Álvaro a sus compañeros. El eco de su voz corrió rápidamente por todo el trinquet. Eran sus mejores momentos.
Muchos se esperaban que Pablo claudicase ante un Álvaro que tiene a la parroquia acostumbrada a este tipo de milagros convertidos en remontadas que parecen imposibles. Pero la diosa fortuna estaba aliada el sábado con los azules.
Pablo continuó a lo suyo. Félix se sumó a la fiesta con una destacada actuación y Tomás II demostró la valentía y el descaro propios de un buen punter. Con el equipo azul funcionando a la perfección quien se quedó en 40 fue el trio de Álvaro.
Faltó, quizás, un poco de emoción en los últimos compases de la final. Los aficionados hubieran preferido un marcador más ajustado, pero, en general, la “cátedra” desfiló con la sensación de haber visto un buen encuentro y, sobretodo, de haber presenciado la puesta de largo de un jugador que pronto se vestirá de rojo en la catedral.
La Copa Diputación regresará a Pelayo el primer sábado de junio.
VLC Ciudad/Juan Carlos Rodríguez