No hay día más emotivo para los falleros que la Ofrenda a la Mare de Déu. No importa el cansancio acumulado de los días de Fallas, ni las casi inevitables horas de espera, ni siquiera que después de todo la entrega de flores dure poco más de un segundo.
Por segundo día consecutivo, Valencia fue un río de emociones. El centro fue un continuo discurrir de comisiones falleras que acudieron desde sus barrios a entregar flores, peticiones y miradas sinceras a la Virgen de los Desamparados, patrona de todos los valencianos.
Se calcula que entre los dos días de Ofrenda, unas 100.000 personas han desfilado por la plaza de la Virgen. Se trata de falleras, falleros, músicos de bandas y «xarangas» y miembros representantes de las casas regionales y otras entidades culturales que participan de forma habitual en el acto.
La bajada de las temperaturas, el mercurio se quedó en valores más típicos del final del invierno, no empañó un acto que, semanas antes había quedado amenazado por la presencia de la lluvia.
Alejado este temor, las comisiones disfrutaron con tranquilidad de la Ofrenda, y esto no ocurre todos los años. Además, el público les arropó en su recorrido.
La música y la emoción tomaron el protagonismo para constatar que esta tradición está más arraigada que nunca y que la devoción a la Virgen une a todos los falleros.
Aproximadamente 50.000 ramos entregados conforman el manto, que ayer fue finalizado y cuyo aspecto ya es apreciable desde pie de calle.
Los claveles empleados para su confección han sido rojos, blancos y rosas, colores clásicos en la vestimenta de la Virgen. Las cestas y otros elementos ornamentales aportados por las agrupaciones también acompañan a la «Geperudeta».
Son 382 las comisiones que a lo largo de dos tardes y noches de pasión y cansancio han mostrado su respeto a la patrona valenciana.
Ayer fue el turno de los sectores de Benicalap, Campanar, La Roqueta-Arrancapins, Olivereta, La Saïdia, El Carme y las Casas Regionales y agrupaciones invitadas, que entraron por la calle San Vicente. Por la calle de La Paz entraron los sectores de Quatre Carreres, Pla del Remei-Gran Via, Benimàmet-Burjassot-Beniferri, Malvarrosa-Cabanyal-Beteró, Algirós y Poblats Al Sud.
Ellas lucieron sus mejores trajes, la obligada mantilla para remarca la solemnidad del acto. Se trata de la indumentaria que exige también el protocolo para asistir a la misa en honor al patrón de Valencia, San José. Con él llega también el final de la fiesta y el día más espectacular de las Fallas, aquel que solo puede entender un valenciano y en el que el fuego acaba con todo un año de trabajo.
Al cierre de esta edición, la previsión era que Marina Civera, fallera mayor de Valencia, entrara pasada la una de la madrugada en la plaza de la Virgen a través de la plaza de la Reina y la calle San Vicente.
Tal y como marca la tradición, lo hizo precedida de su comisión, Barrio San José, y acompañada por su Corte de Honor, sus fieles compañeras y las otras grandes protagonistas de las Fallas de 2019.
El final de la noche más intensa del año en el «cap i casal» la clásica Nit del Foc, el gran evento pirotécnico de las Fallas.
La última madrugada de las fiestas quedó llena de luz, pólvora y resplandor. Hoy habrá que pensar en las Fallas de 2020.
LAS CLAVES
A las 12 horas se celebrará una misa solemne en honor a San José en la Seo de Valencia, oficiada por el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares.
A las 14 horas, última mascletá del calendario, ejecutada por Ricardo Caballer (Ricasa)
A las 22 horas, Cremá de fallas infantiles. La infantil de la plaza del Ayuntamiento prenderá a las 23 horas.
A las 00 horas, Cremá de todas las fallas de Valencia. La falla de la plaza del Ayuntamiento arderá en torno a la 1 de la madrugada. Será este el colofón de la fiesta.