Jose Cuñat | El Casino Cirsa consiguió que me hiciera, aún mas si cabe, de las bandas sonoras de Tarantino. Dianne Jacob recomienda en su libro que si tenemos que hablar de cocina no empleemos adjetivos, lo siento pero en esta ocasión no le voy a hacer demasiado caso. El dinner-show Tarantino fue espectacular, nada lineal todo lo contrario, una pirámide en subida constante rematada en su vértice por la explosión final, que no contaré por no anticipar, ya que hablamos de Tarantino y la trama de sus película, por no hacer, creo que ahora con todos los nuevos anglicismos le llama Spoiler.
Llevo muchos años, varios no, muchos, en esto de los fogones, desde la parte externa eso sí, hablando y sobre todo escribiendo, pero nunca había asistido a un maridaje con música, siempre los productos habían sido tangibles y sobre todo degustables en el paladar, vino con.., cerveza maridada con…, quesos, carnes, pescados, arroces, pero la verdad nunca paladar y audición. Eso sí escuchando no oyendo, ya que al escuchar entran en funcionamiento las funciones cognitivas de prestar atención, pensar, recordar y razonar, las que me hicieron ver que tenía más relación con las películas y bandas sonoras del director Quentin Tarantino de las que creía.
El mecanismo fisiológico de los sentidos de la sensación,me permitió obtener información de lo que estaba a nuestro alrededor, así como determinados estados internos del organismo. Para explicar esto volveré a lo que me ha llevado a escribir este artículo el Dinner Show, en Casino Cirsa Valencia. La combinación de espectáculo, llevado a un alto grado y la cena, supuso un reto de coordinación y de tiempos, perfectamente marcados y pautados, toda una apuesta ganada, no estuve entre bambalinas y no os podré contar detalles pero la puesta en escena fue perfecta.
Para aquellos que ya habéis entrado a un Casino no hace falta que os explique los trámites del inicio, todo normal. El salón, montado para la ocasión del Tarantino Dinner-Show, dio la oportunidad de conocer y establecer contacto con otros comensales al no ser mesa cerrada, cosa que es de agradecer por que así te da la oportunidad de nuevas conversaciones y abrir tu campo de amistades o conocidos.
A destacar el precio, increíble para la vivencia; espectáculo mas cena, mas casino en los tiempos que corren. Un condumio preparado por el equipo de chefs del restaurante del casino acorde con el precio y servida de forma muy precisa y correcta, homenaje gastronómico a las geniales películas del director norteamericano compuesta de; Bombón almendrado de foie, delicia cremosa de setas, ravioli crujiente de gulas y gambas con brotes tiernos y salsa de caravineros, rulo de jarrete de ternera, gratén de patatas y emmental con salsa de Bourbon y para finalizar tarta americana de queso con salsa de frutos rojos, cafés e infusiones. Todo ello regado con vinos de la D.O. Valencia agua o refrescos.
En cuanto al espectáculo la música en directo fue a cargo de la banda valenciana Kill Bill Bang Band, muy bien coordinada y que animó al publico asistente en todo momento e hizo que el maridaje fuera en crecimiento, dando vida a las canciones que forman parte de las bandas sonoras de las películas de Tarantino, especialmente los temas icónicos de las cintas más conocidas como Pulp Fiction, Reservoir Dogs o Kill Bill. Un particular homenaje en la sala de fiestas del casino valenciano en una de sus famosas cenas con espectáculo.
Las mejores secuencias de sus películas llevadas en saltos lineales, violencia, humor negro, envolvieron la trama del Tarantino Dinner-Show de forma única e in crescendo, para hacer disfrutar más si cabe a los comensales asistentes, como he comentado y que sirvieron de hilo conductor de esta nueva producción de Casino Cirsa Valencia, que cuenta con una amplia experiencia y acreditado éxito en este tipo de espectáculos.
En definitiva un maridaje perfecto que tengo intención de repetir, 50×50 para los cinco sentidos, aunque ha aparecido alguno más, oído, vista, olfato, tacto y gusto. Genial