En las últimas 24 horas, se ha hecho oficial el plan presentado por el Gobierno de España a Bruselas de convertir todas las Autovías y Autopistas de España en vías de peaje, con el fin de cofinanciar sus infraestructuras.
En primer lugar, hay que diferenciar entre los 2 tipos de vías de alta velocidad existentes en este país: autovías y autopistas. Las autovías son por definición vías de gestión PÚBLICA, ya sean del Estado o de una Comunidad Autónoma. Las autopistas, por su parte, son de concesión privada, pudiendo la empresa gestora decidir imponer un peaje a los conductores, o establecer acceso libre y cobrar del Estado.
Pues bien, hasta la fecha las primeras (autovías), al ser infraestructuras públicas, sufragadas con nuestros impuestos, eran de uso libre y gratuito por parte de todos los ciudadanos. Con el nuevo plan presentado, se pretende cobrar por kilómetro recorrido a cada ciudadano que realice un desplazamiento por estas vías de alta velocidad.
Esto supondría que, al precio de 5 céntimos de euro que se propone establecer por kilómetro recorrido, por cada 100km recorridos, habría que pagar 5€ simplemente en peajes. Poniendo un simple ejemplo, una persona que debiera desplazarse 200km, para hacer un viaje ida y vuelta (400km en total), debería pagar 20€ en peajes, lo que supondría que el desembolso en estos fuese equiparable e incluso mayor al gasto en combustible, convirtiendo así el coste de un viaje de 20€ en más de 40€.
Subida generalizada de las facturas de la electricidad, el gas y los combustibles
A partir del 1 de junio de 2021, en menos de un mes, entrará en vigor la nueva estructura de la factura de la luz en España. Con ella, unos11 millones de hogares afrontarán un alza del 10% de su coste—cuando ya en abril el recibo de la luz registró la mayor subida de la historia: un 46%—.
Pero esteno va a ser el único suministro básico que se encareceráen medio de la crisis económica provocada por la propagación de la pandemia de COVID-19, después de que en el inicio de 2021 los precios de la electricidad y el gas se disparasen en plena ola de frío.
Tal y como informa El Confidencial, el Ejecutivo prepara diversas reformas que provocarán el encarecimiento global de los costes de la electricidad, el gas y los combustibles de forma escalonada.
La primera de ellas será la reforma de la estructura de la factura eléctrica, en la que se elevará el precio en las horas punta de consumo y se rebajará en las horas valle —de las 22:00 p.m. a las 12:00 p.m. en invierno y de las 23:00 p.m. a las 13:00 p.m. en verano—.
Conforme a las declaraciones al medio del CEO de la empresa de autoconsumo Otovo, Íñigo Amoribieta, todos los agentes independientes (como la OCU o la Fundación Renovables) indican que este nuevo sistema tendrá un impacto mínimo en la posibilidad de ahorro y que se experimentarán importantes subidas en las facturas para muchos residentes españoles.
Se espera que unos 11 millones de hogares afronten un alza de su precio del 10%, entre 58 euros y 80 euros más al año, dado que registrará la reducción del término de potencia y subir la variable más costes fijos de cargos. Entre ellos, si es o no extrapeninsular, el déficit de tarifa y las primas a las renovables.
Además, se sumarán en el medio plazo otros costes añadidos después de que el Gobierno subaste entre operadores que aporten capacidad de producción cuando las renovables no funcionan.
No obstante, según ha informado el mismo medio con anterioridad, unos 18 millones de hogares apenas notarán cambios en su factura.
Según las exenciones y las compensaciones, apunta El Confidencial, las familias tendrán que hacer frente a una factura del gas de unos 50 euros más cara al año, a medida que se exima a más industria y sectores de este pago.
Aunque, a su vez, la de la luz bajaría cerca del 13% en unos 5 años.
Por último, en lo que al combustible respecta, el Gobierno ha vuelto a vuelto a vuelto a insistir en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que pretende subir impuestos al gasóleo para equipararlo al coste de la gasolina.
Sumando esta medida al Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), el diésel podría enfrentar subidas de hasta 15 céntimos por litro de gasóleo —cuando en los anteriores Presupuestos Generales del Estado (PGE) se sugirió que subiese 3,8 céntimos por litro—.