El proceso de restauración de los 32 bocetos de las ‘Visiones de España’ de Joaquín Sorolla procedentes de la Hispanic Society de Nueva York ha revelado que el blanco de plomo y el bermellón fueron los protagonistas cromáticos de la obra pictórica del artista.
Técnicos de la unidad de restauración, conservación e investigación de CulturArts Generalitat, a través del IVC+R llevan cerca de dos meses trabajando con los dibujos inéditos del pintor, cedidos por la Hispanic Society.
Estos bocetos, de gran valor histórico, permiten observar el proceso de creación y el método de trabajo del artista y fueron la base de los lienzos de las “Visiones de España”.
En este sentido, en muchos de ellos se pueden encontrar apuntes realizados por Sorolla en relación a los paisajes, personajes y objetos que aparecen en otras obras y que posteriormente fue recomponiendo en su estudio mediante una técnica similar al collage.
Es la primera vez que estas 32 obras han salido de Nueva York y tras el proceso de restauración, que está previsto que dure cerca de 10 meses, serán expuestos en Valencia hasta 2015.
Proceso de restauración
Después de dos meses restaurando los dibujos ya se pueden vislumbrar las primera conclusiones. Una de las más importantes ha sido descubrir los colores más empleados por el pintor: el blanco de plomo y el bermellón. En concreto, el blanco fue empleado por Sorolla en la creación de las “Visiones de España” como la base para elaborar el resto de colores.
Esto ha sido posible gracias al Instituto de Ciencias de los Materiales de la Universitat de València, que colabora con CulturArts en el trabajo y que está realizando un estudio de la paleta del pintor con un sistema analítico no invasivo, Fluorescencia de Rayos X, para determinar la composición química de cada compuesto.
Para su restauración, las acuarelas han sido fotografiadas y se ha llevado a cabo un estudio de la luz y del color apropiado para las obras. Estas fotografías han permitido realizar el seguimiento de la intervención y evaluar con detalle el estado de conservación.
Las micromuestras de los pigmentos y de los distintos soportes que se han tomado han permitido estudiar a fondo el estado de conservación de la pieza y determinar los componentes de los distintos soportes de papel con los que trabajó Sorolla.
Podría decirse que las acuarelas ya están volviendo a ver la luz de la que las dotó el pintor. Tras la eliminación de la suciedad superficial y los restos de esporas, que eran muy abundantes, los colores han vuelto a resurgir con mayor luminosidad si cabe.
A los bocetos se les añadió una tela de algodón almidonada en Nueva York con tal de darles perdurabilidad que se está eliminando poco a poco y a través de un proceso en seco, ya que la aplicación de la humedad y de disolventes podría poner en riesgo las obras.
Además, se prevé realizar una laminación con papel japonés de alta calidad, utilizando materiales y técnicas también japonesas.
VLCNoticias/Redacción