El sector del juguete, con sede en la localidad alicantina de Ibi, alerta de que las dificultades de aprovisionamiento y la subida de precios de las materias primas ponen en riesgo la campaña de Navidad.
Desde la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, advierten de que los retrasos de hasta seis semanas en los embarques y los sobrecostes exponenciales en los portes de los barcos que traen los materiales desde Asia ponen en una situación muy comprometida al sector.
Oliver Giner, responsable de Promoción Exterior de la asociación explica que el precio de las materias primas “está por las nubes” con una subida de entre el 40 y el 90 por ciento en 12 meses en determinados materiales. A esto se le suma, dice, los problemas que hay en las principales áreas de producción de China, ya que el 50% de los juguetes que se importan proceden del país asiático.
Giner recuerda que la fabricación de juguetes se produce durante estos meses de verano, de junio a septiembre, y admite que, con estos retrasos, no pueden garantizar el tener en las estanterías de los puntos de venta todos los productos que se han fabricado y diseñado.
“Las principales cadenas de distribución necesita tener el producto ya en sus empresas y empezar a trabajarlo, hacer sus campañas de marketing y catálogos a finales de septiembre o principios de octubre con lo cual ya deben tener el producto en sus almacenes”.
Los jugueteros, recalca, han vivido una temporada con muchos problemas en los principales puertos de China. Todo comenzó con el bloqueo del Canal de Suez hace unos meses y después el principal puerto de China estuvo parado durante dos semanas y quedaron paralizados más de 180.000 contenedores. Admite que poco a poco se va recuperando la normalidad pero lamenta que estos problemas han provocado que muchos de los contenedores que deberían estar ya de camino a España o se encuentren en los puertos o saliendo en estos momentos.
Estamos experimentando unos retrasos que oscilan entre las cuatro y seis semanas que se suman a las cuatro o cinco semanas que tarda en llegar un contenedor”. “O esos productos llegan ya o será demasiado tarde para que puedan tener espacio en las estanterías” comenta.
Oliver Giner sostiene que “nos podemos encontrar con una campaña en la que nos falten muchos productos, e incluso productos estrella que llevan todo el año diseñándose”. Considera que, de algún modo, se debería monitorizar y controlar las prácticas de las compañías navieras, que manejan el 80% del tráfico mundial de contenedores. “Corre el riesgo den abastecimiento de productos esenciales en Europa” declara.