La idílica ‘foto’ entre Barberá, Camps y Ecclestone es historia. El Consell, según las últimas informaciones pulicadas en diversos medios al respecto, se plantea renunciar al Gran Premio de Fórmula 1 en Valencia siempre y cuando Ecclestone ‘perdone’ el canon -que incluidas las penalizaciones contempladas en el contrato podría superar los 50 millones de euros- a la Generalitat Valenciana. Recordemos que el del año pasado, celebrándose el Gran Premio, dicho canon ascendió a 35 millones y medio.
La herencia envenenada de Francisco Camps, que firmó una prórroga del famoso contrato con el británico dos días antes de dimitir por el caso de los ‘Trajes’, encuentra en Fabra su propósito de enmienda. El ahora president de la Generalitat Valenciana, cuyo responsable de Hacienda, Juan Carlos Moragues, acaba de anunciar una subida de impuestos, es consciente de que un dispendio semejante en estos momentos quebraría quizás definitivamente la imagen del gobierno que preside, razón por la que ya negocia con Ecclestone los términos de tal renuncia.
Las trabas se encuentran en la Generalitat de Cataluña. El ejecutivo de Mas no parece estar por la labor de quedarse en exclusiva el Gran Premio, precisamente por el alto coste que ello supone. Lo que hasta ahora vale es el acuerdo firmado que establece la alternancia entre Valencia y Barcelona, comenzando ésta última en el calendario de este año. En caso de no modificarse tal acuerdo, se supone que el año que viene debería celebrarse el Gran Premio de España en Valencia, lo que tal y como está la situación y si no hay cambios importantes -como así parece-, se convertiría en un grave problema, tanto financiero como de imagen, para el ejecutivo de Fabra.
El escenario es difícil en cualquiera de los supuestos para la Generalitat Valenciana. El acuerdo actual obliga a que cualquier modificación debe contar con el ‘sí’ de todas las partes, y todo parece indicar que en el empeño de la renuncia, Valencia está sola. Por otra parte, y tal y como ha asegurado en varias ocasiones el vicepresidente Císcar, ahora mismo costaría más dinero no celebrar el Gran Premio que celebrarlo, por las cláusulas penalizadoras del contrato suscrito por Camps en su día. En cualquier caso, el horizonte no se antoja nada halagüeño.
VLC Noticias / Redacción