Interiormente, el coche dispone de un diverso campo mecánico en el cual, cada pieza y parte juega un papel preponderante en el correcto accionar del vehículo, que en este aspecto, debe estar impecable para poder rendir lo adecuado y no verse afectado por aspectos que más adelante, vean mermada su actividad interna, lo cual, sin lugar a dudas, puede significar un limitante considerable para sacar lo mejor de un coche, que ha sido una herramienta de mucha valía para el ser humano desde su aparición.
Una de estas zonas de vital importancia para el cuidado y la preservación del auto, es el filtro de polen, un elemento que cumple un objetivo clave en el mantenimiento interno del carro, evitando que, precisamente, como su nombre lo indica, se alojen partículas de polen y contaminantes en el habitáculo del vehículo, y de igual manera, cabe destacar que también obstaculiza debido a la acumulación de polvo.
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¿Cómo funciona?
Hablando de forma más tradicional y menos técnica, se puede decir el filtro antipolen funge como una malla que evita la introducción de impurezas, permitiendo que el aire ingrese en el vehículo, pero de forma limpia, sin que venga ningún tipo de sucio que, de alguna manera, afecte la parte interna del carro.
Por su parte, mientras más se utilice el aire acondicionado, mayor trabajo tendrá el filtro, ya que recibirá más aire y, por ende, deberá limpiar de forma más pronunciada y frecuente, para que el carro no ingrese ninguna clase de sucios o por lo menos, las polillas más abultadas, que son en última instancia, las que pueden generar una obstrucción interna de cuidado.
¿Cuándo es el momento de cambiar el filtro de polen?
Y así mismo como su función es tan relevante y primordial para el cuidado interno del motor y, por ende, del coche, también hay que subrayar que, por lo tanto, identificar cuándo es el momento adecuado de sustituirlo es vital para que esta pieza realice su función correctamente.
Un filtro vencido o que al ya le esté pasando su tiempo de vida útil, lejos de ser una ayuda, significará un problema para el dueño del vehículo, ya que el mismo, estará permitiendo que ingrese una mayor cantidad de impurezas de las que deben internarse.
En lo que ha esto tiene que ver, los entendidos en la materia y los manuales automotores recomiendan hacer el cambio de filtro en una distancia que oscile entre los 15 y 30 mil kilómetros. Ciertamente, este recorrido tiene una brecha bastante amplia, ya que entre la primera y la segunda distancia, la diferencia es notoria, ya que también interviene el cuidado del coche a nivel interno.
En cuanto al tiempo que se debe emplear para sustituir el filtro, se aconseja hacerlo una vez al año, principalmente, cuando el periodo invernal entre en su etapa final y se aproxime la temporada de primavera, momento donde, por una cuestión natural del medio ambiente, se empiezan a observar mayor cantidad de impurezas producto del proceso de polinización de las plantas.
Durante estas épocas, donde la humedad se incrementa en comparación a los demás meses del año, el filtro sufre una mayor probabilidad de degradarse, por lo cual, es recomendable cambiar justo antes de esta temporada, para que la nueva pieza, pueda soportar los embates climáticos.
¿Cómo cambiar el filtro de polen?
A diferencia de otras partes que pueden suponer gran dificultad al momento de su cambio, más aun teniendo en cuenta que se trata de una pieza ubicada en una zona bien interna y un tanto delicada del vehículo, el cambio o sustitución del filtro antipolen no amerita mayor problema o inconveniente, pudiéndolo realizar uno mismo, sin necesidad de asistir a un taller mecánico para su reemplazo.
Para proceder a realizar esta actividad, que puede variar según el vehículo por la ubicación donde se encuentre el filtro, pero en términos generales, se puede llevar a cabo desde el interior del habitáculo del vehículo.
Lo primero que se debe hacer, es quitar los plásticos/gomas de protección que recubren el filtro, para posteriormente, levantar la goma por donde cae el agua que arroja el limpia parabrisas. Una vez se retire esto, lo cual, no necesita de ninguna herramienta, sino que se puede llevar a cabo, sin ningún problema, con la mano, se levantan las pestañas de seguridad que mantiene firme el filtro y se procede a extraer el mismo.
Acto seguido, se coloca el nuevo filtro según la indicación que indica la entrada del aire, es decir, la manera en cómo debe ir colocado para que facilite la salida del aire hacia el filtro, y luego de ello, solo se deben ajustar nuevamente las partes que fueron removidas anteriormente, fijándose en que cada una, haya sido puesta de manera correcta para que el filtro quede ajustado y no sufra ningún desajuste que no le permita realizar de manera adecuada su labor.