Una nueva campaña de sextorsión está afectando a usuarios españoles, utilizando supuestas direcciones de email de la Guardia Civil. Estos correos electrónicos intentan extorsionar a las víctimas mediante amenazas de difundir imágenes o videos comprometedores si no se realiza un pago en criptomonedas.
La estrategia utilizada por los delincuentes consiste en enviar correos sin personalizar, con evidentes signos de haber sido redactados por alguien cuya lengua materna no es el español o por haber utilizado sistemas de traducción básicos. En algunos casos, se incluyen documentos PDF que suplantan citaciones judiciales de organismos como la Guardia Civil, Europol o Interpol. Sin embargo, estas campañas más elaboradas no solicitan directamente el pago de una cantidad en criptomonedas, sino que establecen una conversación por correo electrónico para indicar cómo realizar una transferencia y evitar supuestas consecuencias legales.
Los correos de sextorsión suelen presentar características comunes, como afirmar que han estado espiando a la víctima durante un período de tiempo, haber obtenido imágenes o videos comprometedores (que en realidad no existen) y amenazar con enviarlos a los contactos de la víctima si no se cede al chantaje. También se menciona la supuesta ineficacia de los sistemas de seguridad ante el ataque perpetrado por el ciberdelincuente y se incluye la dirección de una cartera de criptomonedas donde realizar el pago exigido. En este caso en particular, la dirección de la cartera de criptomonedas se ha dividido en dos partes para evitar filtros antispam.
Aunque la cantidad de personas que caen en este tipo de engaños es afortunadamente baja en España, la inclusión de un dominio supuestamente asociado a la Guardia Civil en el remitente del correo podría hacer que algunos usuarios le otorguen cierta credibilidad, similar a lo que ocurría con el conocido “Virus de la Policía” hace más de una década.
Si se analizan los movimientos de la cartera de criptomonedas asociada a esta campaña de extorsión, se observa que ha recibido y retirado fondos por un valor superior a los 3.200 dólares desde su creación a finales de mayo. Sin embargo, no se puede confirmar que estos fondos estén relacionados directamente con los correos analizados, ya que el último ingreso fue realizado el 25 de junio y la campaña comenzó el 28 de junio por la noche. Aunque es demasiado pronto para afirmar que ningún usuario realizará el pago, los delincuentes suelen dar un plazo de 48 horas para hacerlo.
El futuro de la sextorsión plantea nuevos desafíos debido al uso creciente de la inteligencia artificial para generar imágenes manipuladas y videos de contenido sexual. El FBI ha alertado sobre el uso de imágenes y videos falsos para extorsionar a personas cuyas imágenes se han utilizado sin permiso. Con el acceso fácil a imágenes en las redes sociales, los delincuentes pueden entrenar inteligencias artificiales para crear modelos que suplanten la imagen y la voz de la víctima. Esto representa un riesgo real y es importante seguir con las precauciones y fortalecer la privacidad en las redes sociales para evitar que cualquier información, imagen o video que publiquemos en línea pueda ser utilizada en nuestra contra.
Aunque estas campañas de sextorsión tienen un éxito limitado, los delincuentes las siguen utilizando debido a su facilidad y bajo costo de ejecución. Sin embargo, la situación podría cambiar si se generaliza el uso malicioso de la inteligencia artificial para generar contenido manipulado. Es importante estar conscientes de esta amenaza potencial y prepararnos para proteger nuestra privacidad en línea.
En conclusión, frente a este tipo de amenazas de sextorsión, es crucial no ceder al chantaje y ser conscientes de cómo nuestra información personal puede ser utilizada en nuestra contra. Aunque la mayoría de los casos actuales de sextorsión son relativamente fáciles de detectar, debemos estar preparados para enfrentar posibles desafíos en el futuro si el uso malicioso de la inteligencia artificial se vuelve más común. Mantenernos informados y adoptar medidas para proteger nuestra privacidad son fundamentales para mantenernos seguros en el entorno digital.