En 2022, el número de agresiones a profesionales sanitarios experimentó un preocupante aumento del 12%, con un total de 56 incidentes registrados. Este incremento ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de adoptar medidas más efectivas para proteger a estos trabajadores esenciales. Según los datos proporcionados por la Conselleria de Sanidad, el 60% de los ataques ocurrieron en Atención Primaria, con las médicas siendo las víctimas del 68% de estas agresiones. A nivel nacional, se registraron 843 agresiones, lo que representa un aumento del 38% en comparación con las 612 agresiones reportadas en 2021.
Medidas Propuestas para la Protección de los Sanitarios
Ante esta situación, se ha presentado una Proposición No de Ley (PNL) para instar al Gobierno de España a elaborar y actualizar periódicamente un Plan Nacional de Prevención de Agresiones a profesionales sanitarios. Este plan busca no solo revisar el Plan Integral de Prevención de las Agresiones en el Entorno Sanitario existente, sino también introducir estrategias más eficaces adaptadas a los cambios normativos y socioeconómicos, así como a la organización y funcionamiento de los centros sanitarios.
La propuesta incluye la implementación de medidas de prevención y disuasión en los centros sanitarios y la realización de jornadas de coordinación entre los profesionales sanitarios, las fuerzas de seguridad y los vigilantes de seguridad privada. El objetivo es proporcionar la formación adecuada para actuar eficazmente en caso de agresiones.
Reconocimiento de la Violencia como Riesgo Laboral
La Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales, reconoce la violencia en el lugar de trabajo como un riesgo laboral. Las agresiones no solo afectan la integridad física y el bienestar de los sanitarios, sino que también provocan una disminución en la calidad del servicio sanitario, impactando negativamente en la atención al paciente.
Creación de un Observatorio de Agresiones
Como parte de las medidas de mejora, en 2022 se estableció un nuevo Plan Integral que incluye la creación de un Observatorio de Agresiones. Este órgano consultivo tiene como función la vigilancia y análisis de las causas de las agresiones, así como la elaboración de propuestas de intervención y la promoción de la investigación para identificar estrategias más efectivas que aseguren la dignidad y los derechos de los trabajadores sanitarios.
Este incremento en las agresiones y las medidas propuestas para combatirlas resaltan la necesidad crítica de acciones concretas y efectivas para garantizar un entorno seguro para los profesionales que están en la primera línea de la atención sanitaria. La seguridad de estos profesionales es fundamental no solo para su bienestar personal sino también para el mantenimiento de un sistema de salud eficiente y de alta calidad.