El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, ha aprobado este martes la nueva Selectividad, que entrará en vigor en junio del año 2025. Este cambio también incluye una modificación en el nombre de la prueba, que volverá a llamarse Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), sustituyendo la anterior denominación de Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU).
Principales Cambios y Objetivos
La nueva PAU se implementará con el objetivo de unificar los criterios de corrección en todo el territorio español, buscando garantizar la equidad y la transparencia en el proceso de acceso a la educación superior. Este cambio pretende resolver las diferencias regionales que existían hasta ahora, asegurando que todos los estudiantes sean evaluados bajo los mismos estándares.
Un Paso Hacia la Homogeneización
Con esta medida, el Ministerio de Educación busca homogeneizar las pruebas y asegurar que la dificultad y los criterios de corrección sean equivalentes en todas las comunidades autónomas. De esta manera, se pretende eliminar las disparidades y proporcionar un marco más justo y equilibrado para todos los aspirantes a la universidad.
Implementación en 2025
La nueva PAU entrará en vigor en junio de 2025, dando tiempo suficiente para que los centros educativos, docentes y estudiantes se preparen para los cambios. Durante este período de transición, el Ministerio de Educación proporcionará recursos y apoyo para facilitar la adaptación a la nueva normativa.
Impacto en el Sistema Educativo
Este cambio no solo afecta a los estudiantes de Bachillerato, sino también a los centros educativos y a las universidades, que deberán adaptar sus procesos y metodologías a la nueva PAU. Los criterios de corrección comunes también implicarán una formación específica para los evaluadores, asegurando así la correcta aplicación de los nuevos estándares.
Conclusión
La reintroducción de la PAU y la unificación de los criterios de corrección representan un avance significativo hacia un sistema educativo más justo y homogéneo. Este cambio refleja el compromiso del Gobierno con la mejora de la calidad y la equidad en la educación superior, beneficiando a los futuros universitarios de toda España.