Valencia recupera sus emblemáticos naranjos, aquellos que fueron expulsados de la Plaza de la Reina como si fueran okupas verdes. Ahora, de la mano de Juanma Badenas, vuelven a florecer en la Plaza del Ayuntamiento, porque hasta los árboles tienen derecho a un lugar digno.
En Valencia, ya nada sorprende, ni siquiera que los naranjos retirados durante la reforma de la Plaza de la Reina hayan protagonizado su propio retorno triunfal. Como si se tratara del regreso de una estrella del pop que había sido olvidada, estos árboles cargados de historia y azahar vuelven a donde merecen estar: en espacios públicos y “dignos”, según las palabras del mismísimo Juanma Badenas, el concejal de Parques y Jardines y segundo teniente alcalde. Porque sí, aquí hasta los árboles tienen su revancha contra el cemento.
El primer naranjo: un héroe caído que vuelve a la acción
Este lunes, la ciudad asistió a un momento histórico (o casi). Uno de esos naranjos que había sido arrancado de su patria chica en la Plaza de la Reina, ha sido replantado con todos los honores en la Plaza del Ayuntamiento. ¿Y quién es el héroe de esta hazaña? Pues nada más y nada menos que Juanma Badenas, quien ha decidido librar a los naranjos del exilio al que los sometió el anterior gobierno del Rialto, devolviéndolos al lugar que merecen. ¡El cemento nunca podrá derrotar al verde!
Con una sonrisa de oreja a oreja y una pala en la mano (imaginaria, porque él no la tocó), Badenas soltó una frase para la posteridad: “El naranjo que están plantando hoy en la Plaza del Ayuntamiento estuvo hace años en la Plaza de la Reina antes de que fuera asolada con cemento”. Vamos, como si el árbol hubiera sido un héroe de guerra que, tras años en la sombra, por fin es reivindicado.
La guerra de los naranjos: un drama urbano de dimensiones épicas
Para entender este regreso glorioso de los naranjos, tenemos que retroceder en el tiempo, cuando el anterior gobierno municipal, en su afán de modernizar la Plaza de la Reina, decidió expulsar a los naranjos de su hogar para llenarla de cemento, asfalto y mucha polémica. ¡Ah, el urbanismo! Ese campo de batalla donde los árboles no pueden defenderse, pero los políticos sí que pueden sacar pecho.
Lo que no se esperaban los del Rialto es que, años después, estos naranjos regresarían con más fuerza que nunca, gracias al nuevo plan de restitución de árboles de Badenas. ¡Y no solo volverán los naranjos! Según el concejal, otros árboles que fueron “arrinconados” durante aquella reforma también tendrán su merecido comeback en los próximos meses. Porque en Valencia, si eres un árbol y te han exiliado, siempre hay esperanza de un retorno triunfal.
El plan de Badenas: Valencia será verde o no será
Con esta restitución de los naranjos, el Ayuntamiento de Valencia ha lanzado su nuevo plan maestro: convertir la ciudad en un lugar más verde y menos gris. Parece que los espacios “dignos” se están multiplicando, y eso significa más naranjos, más sombra, y más lugares donde los valencianos puedan pasear sin ser aplastados por la calorina infernal que caracteriza la ciudad en verano.
Badenas, como buen estratega verde, asegura que la reintroducción de estos árboles forma parte de una visión mayor: una Valencia que respeta su entorno natural y cuida de su patrimonio medioambiental. Vamos, que si te molestaba que la ciudad se convirtiera en una olla a presión de cemento y coches, ahora podrás respirar con más tranquilidad (y con el aroma a azahar flotando en el aire).
La revancha de los naranjos: ¿un futuro con árboles vengadores?
Pero no todo es paz y armonía. La polémica retirada de los árboles de la Plaza de la Reina no fue cualquier cosa. Los debates en su momento fueron acalorados, con ciudadanos preguntándose si Valencia se iba a convertir en una especie de ciudad postapocalíptica, llena de cemento y sin un solo lugar de sombra donde guarecerse del sol abrasador. Algunos incluso llegaron a pensar que los árboles habían sido secuestrados para ser vendidos en el mercado negro de naranjos (vale, esto último lo inventé, pero la exageración nunca viene mal).
Ahora, con el regreso de los árboles, el Ayuntamiento quiere dejar claro que su compromiso es con los espacios verdes, la calidad de vida de los valencianos, y el regreso de ese patrimonio natural que hace de la ciudad algo especial. Eso sí, esperemos que los árboles no se tomen demasiado en serio lo de la venganza y comiencen a lanzar naranjas a los turistas despistados.
Conclusión: ¿Será Valencia la nueva ciudad verde de Europa?
Con este paso, Valencia parece estar en el buen camino para convertirse en una ciudad mucho más verde y acogedora, donde los árboles recuperan su protagonismo. Y aunque Juanma Badenas haya declarado la guerra al cemento y las reformas sin corazón, lo que realmente cuenta es que los valencianos volverán a disfrutar de sus naranjos en plazas “dignas”.
¿Será este el comienzo de una nueva era para los árboles de la ciudad? ¿O veremos un resurgimiento de la lucha entre los defensores del cemento y los guardianes de los naranjos? ¿Qué será lo próximo, un parque de árboles justicieros?
Lo único que está claro es que en Valencia, hasta los naranjos tienen derecho a una segunda oportunidad.