Según un reciente informe británico, Granada ha sido elegida como una de las ciudades más difíciles de recorrer a pie en Europa. Pero, ¿quién dijo que el turismo tenía que ser fácil? Entre cuestas empinadas, vistas espectaculares y más tapas que músculos para bajar, Granada te ofrece una experiencia turística tan rica en historia como en entrenamientos sorpresa.
Granada: donde el turismo se convierte en cardio
Si pensabas que ir de vacaciones a Granada era sinónimo de paseos tranquilos y relajantes, ve pensando otra vez. Aquí el concepto de “recorrer la ciudad” significa mucho más que caminar: es un desafío físico. Según el informe de AllClear Travel Insurance, Granada se ha ganado el dudoso honor de estar entre las siete ciudades más difíciles de caminar en Europa, con un puntaje de dificultad de 82 sobre 100. ¿Cómo se traduce esto? Pues en que, para subir las cuestas del Albaicín y el Realejo, necesitas más motivación que un corredor de maratón.
Olvídate del clásico paseo turístico con tu cámara colgando al cuello. En Granada, cada esquina es una oportunidad para que tu monitor de pulso cardíaco se ponga en alerta roja. Y si te parecía que estabas en forma antes de llegar, bueno, espera a enfrentarte a esas calles empinadas. Granada no solo te regala fotos increíbles, también te ofrece una buena sesión de cardio sin coste adicional.
Tapas sí, pero luego haz piernas
Uno de los grandes atractivos de Granada son sus famosas tapas. ¿Quién no ha oído hablar de esas generosas porciones que te sirven con cada caña? Pero claro, lo que no te dicen es que cada tapa viene acompañada de su dosis de esfuerzo. Alicia Benito, experta en cultura y folclore granadino, lo deja claro: “Granada es un destino donde la historia, la cultura y las tapas se mezclan en cada esquina… siempre y cuando puedas llegar a ellas caminando cuesta arriba”.
La ciudad, famosa por su rica herencia histórica, sus espectáculos de flamenco y su ambiente bohemio, no te lo pone fácil. Pero oye, después de subir y bajar sus cuestas, esas tapas saben mejor que nunca. ¿Quién dijo que no se podía mezclar el placer gastronómico con el deporte?
¿Ámsterdam? Eso es para flojos
Mientras ciudades como Ámsterdam y Rotterdam son planas y fáciles de recorrer hasta para el turista más perezoso, Granada te invita a ganarte cada paso. Aquí no hay caminos fáciles. Si quieres disfrutar de una vistas de la Alhambra al atardecer, te lo tendrás que currar. Pero claro, las recompensas son más grandes. No solo por las panorámicas que te regala la ciudad, sino por el orgullo de haber sobrevivido a las cuestas más traicioneras de Europa.
Y mientras en Venecia o Cancún puedes dar paseos sin sudar más que lo necesario, en Granada tendrás que lidiar con el esfuerzo. Pero, seamos sinceros, ¿qué es una ciudad sin un poco de aventura? Aquí te sentirás como Indiana Jones, pero en vez de templos perdidos, encontrarás bares con tapas gratis. Eso sí, las tapas te las ganas después de subir media ciudad.
El desafío del Albaicín
No es casualidad que el barrio del Albaicín sea famoso por sus cuestas. Es un barrio donde las leyendas árabes se mezclan con los turistas que suben resoplando. En su cima, el Mirador de San Nicolás te ofrece una vista espectacular de la Alhambra que hace que todo el esfuerzo valga la pena. Pero claro, llegar hasta allí es una pequeña odisea. Más de uno ha llegado arriba pensando que iba a tomarse una foto tranquila y ha terminado buscando aire.
Sin embargo, esa es la magia de Granada. La ciudad te pone a prueba y, a cambio, te entrega historia, cultura, y un panorama de postal. Las callejuelas empedradas, los arcos moriscos y las casas blancas que decoran el Albaicín hacen que cada paso sea un viaje en el tiempo. Eso sí, un viaje que sentirás en los gemelos al día siguiente.
Granada, la “ciudad fitness”
Si tienes amigos que están obsesionados con el fitness y las clases de crossfit, diles que se vengan a Granada. Aquí no necesitan inscribirse en el gimnasio, porque cada día recorriendo la ciudad les ofrecerá un entrenamiento completo. Travel + Leisure lo tiene claro: “Pasear por Granada puede requerir esfuerzo, pero también es una de las mejores maneras de vivir la ciudad”. Y es que, cuando el turismo se convierte en una mezcla de ejercicio y cultura, es difícil quejarse.
Porque, al fin y al cabo, los que se animan a recorrer Granada no lo hacen buscando comodidad. Lo hacen buscando una experiencia completa. Entre los espectáculos de flamenco en el Sacromonte, los bares escondidos en el Realejo, y las subidas al Albaicín, la ciudad te deja sin aliento… literalmente. Pero la recompensa es única: la sensación de haber conquistado una ciudad que te ofrece mucho más de lo que podrías imaginar.
¿Vale la pena el esfuerzo?
Al final, Granada no es para turistas de sofá. Es para aquellos que buscan más que un simple paseo. A cambio de tus sudores, te ofrece un viaje al pasado, una conexión con la cultura árabe y un paisaje que no tiene igual. Así que, si estás dispuesto a cambiar tus paseos tranquilos por una experiencia más intensa, Granada te espera con los brazos abiertos… y las cuestas también.
¿Y tú qué prefieres?
¿Eres de los que disfrutan de un paseo suave o prefieres el desafío de Granada? ¿Te atreverías a recorrer sus calles empinadas a cambio de unas tapas y unas vistas espectaculares? ¡Cuéntanos, que aquí estamos listos para escuchar tus historias, incluso si vienen con agujetas de regalo!