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Familiares de 18 víctimas denuncian la falta de higiene y personal como causas principales del trágico desenlace, mientras el centro defiende su actuación frente al virus.
El juicio civil que enfrenta a los familiares de las víctimas del centro geriátrico DomusVi en Alcoy, Alicante, por la muerte de 74 ancianos durante los primeros meses de la pandemia de covid-19 ha llegado a su fase final. Con un ambiente cargado de emociones y tensiones, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Alcoy ha dejado visto para sentencia un caso que, hasta la fecha, es el primero de su tipo en España, y que podría sentar precedentes legales sobre la gestión de las residencias de mayores durante la emergencia sanitaria global.
Las acusaciones: negligencia y falta de cuidado
Desde que el virus comenzara a propagarse por Europa a principios de 2020, las residencias de ancianos en España se convirtieron rápidamente en uno de los puntos más críticos. Entre marzo y abril de ese año, DomusVi Alcoy experimentó la pérdida de 74 de los 138 residentes, lo que supone el 52,9 % de su población. De acuerdo con los familiares de las víctimas, esta tragedia fue el resultado directo de la mala gestión y negligencia del centro.
El colectivo de 46 allegados que representa a 18 de las víctimas ha pedido una indemnización de 2,3 millones de euros, alegando que la residencia no cumplió con los protocolos de seguridad, ni tomó las precauciones adecuadas para proteger a sus residentes. Según los testimonios presentados por la abogada de las familias, durante las primeras semanas de la pandemia, DomusVi Alcoy operó con una grave falta de personal médico y de cuidados, agravando la situación y favoreciendo la rápida propagación del virus entre los ancianos.
Las claves del juicio: ¿falta de higiene y personal?
Los familiares han centrado sus argumentos en lo que consideran una falta sistemática de higiene y personal adecuado en el centro. Durante la vista, se ha expuesto que las medidas para contener la covid-19, como la sectorización del centro para separar a los residentes con síntomas, no se implementaron en el tiempo debido. La abogada de los familiares denunció que todos los residentes, independientemente de su estado de salud, continuaban comiendo en una misma sala, aumentando las posibilidades de contagio.
Además, se mencionó que la residencia, a pesar de tener un protocolo que estipulaba 60 horas semanales de atención médica, sólo ofrecía 30 horas, y que este servicio apenas fue reforzado a 40 horas en el último momento. Todo esto, según la parte acusadora, fue decisivo para desencadenar una “mortalidad masiva” en el centro.
Uno de los puntos más destacados durante el juicio fue la comparación con otra residencia de la misma cadena, ubicada en la cercana población de Cocentaina. Allí, según la abogada de las familias, la gestión fue completamente distinta y no se produjo ninguna muerte relacionada con la covid-19 durante el mismo periodo, lo que, a su juicio, evidencia que la tragedia en Alcoy fue resultado de una mala praxis específica del centro.
La defensa del centro: “Actuamos con diligencia”
Por otro lado, la defensa de DomusVi Alcoy ha negado rotundamente cualquier responsabilidad por los trágicos hechos. La abogada del centro ha calificado las acusaciones de negligencia como “ofensivas” e “infundadas”, insistiendo en que la residencia cumplió con todos los protocolos sanitarios vigentes en ese momento, incluso adelantándose a las recomendaciones de las autoridades en algunas ocasiones.
La defensa argumentó que la pandemia de covid-19 fue un evento sin precedentes y que al inicio, las directrices sanitarias eran escasas y limitadas. En este sentido, explicó que en los primeros días de marzo de 2020, cuando comenzaron los contagios en el centro, las recomendaciones oficiales se reducían al uso de jabón y gel hidroalcohólico. No fue hasta el 19 de marzo cuando se estableció formalmente la sectorización de los centros geriátricos.
En cuanto a las críticas por la falta de personal, la abogada de la residencia señaló que no se incumplieron los ratios de plantilla establecidos, y que varios familiares de los residentes declararon no tener quejas previas respecto al trato o a la atención prestada. Además, la defensa subrayó que durante la pandemia, tanto empleados como familiares seguían entrando y saliendo del centro sin restricciones externas, lo que dificultaba la contención del virus en sus primeras fases.
El papel de la aseguradora Mapfre
En este juicio también ha intervenido la aseguradora del centro, Mapfre, cuya representante ha apoyado la postura de DomusVi y ha reiterado que no existe causalidad directa entre la actuación del centro y la alta mortalidad registrada. La aseguradora calificó la demanda de 2,3 millones de euros como “escandalosa y ofensiva”, argumentando que no se ha demostrado negligencia ni mala praxis en la gestión del centro durante los momentos más críticos de la pandemia.
La opinión pública: ¿Una condena ejemplarizante?
Este caso ha captado la atención de medios y sociedad, no solo en la Comunidad Valenciana, sino en toda España. El desenlace del juicio podría marcar un antes y un después en la regulación y supervisión de las residencias de mayores en el país, especialmente en situaciones de crisis sanitaria.
A pesar de la defensa enérgica por parte de DomusVi y su aseguradora, los familiares de las víctimas esperan que la sentencia reconozca lo que consideran una falta de cuidado y respeto hacia sus seres queridos en uno de los momentos más vulnerables de sus vidas. Si la justicia da la razón a las familias, este juicio podría abrir la puerta a más reclamaciones similares en otras residencias del país que también experimentaron altos índices de mortalidad durante la pandemia.
Reflexiones finales: ¿cómo evitar tragedias futuras?
La situación en DomusVi Alcoy plantea cuestiones profundas sobre el funcionamiento de las residencias de mayores y la capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias. A medida que el caso llega a su fin, queda la duda de si el sistema de atención a los ancianos necesita una reforma estructural que garantice una mejor atención en momentos de crisis.
¿Qué opinas tú sobre la responsabilidad de las residencias de mayores durante la pandemia? ¿Deberían rendir cuentas por lo sucedido, o la magnitud de la crisis justifica sus fallos?