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La fundación Music For All pone a prueba la accesibilidad de los festivales en la Comunidad Valenciana, revelando grandes carencias en infraestructuras y servicios para personas con discapacidad.
Valencia es, sin duda, una de las regiones de España que mayor cantidad de festivales de música alberga a lo largo del año. Desde el icónico FIB de Benicàssim, pasando por el multitudinario Arenal Sound de Borriana, hasta eventos más underground como el Festival de les Arts o el Pirata Beach Festival en Gandía, la Comunidad Valenciana se ha consolidado como un referente en la industria musical. Sin embargo, para muchos, asistir a estos eventos es mucho más que comprar una entrada y disfrutar del espectáculo. Para las personas con movilidad reducida o discapacidades de cualquier tipo, estos festivales representan un verdadero laberinto de obstáculos.
La accesibilidad en los festivales es una asignatura pendiente, según revela un estudio realizado por la fundación Music For All, que ha analizado un total de 109 festivales de toda España, 17 de los cuales tienen lugar en la Comunidad Valenciana. El informe, basado en la experiencia de 992 personas con discapacidad, destaca importantes deficiencias en las infraestructuras y los servicios que estos eventos ofrecen a las personas con movilidad reducida o con discapacidades sensoriales. Desde la dificultad para acceder a los baños, hasta la falta de transportes adaptados o la ausencia de información clara en los sitios web, el panorama deja mucho que desear.
El desafío de los baños accesibles: un servicio básico olvidado
Uno de los puntos más críticos señalados por el informe es la falta de instalaciones sanitarias adecuadas para personas con movilidad reducida. Solo cinco de los 17 festivales valencianos analizados contaban con infraestructuras suficientes para permitir el acceso a los baños. En muchos casos, se requería subir o bajar escaleras, sortear cables o enfrentarse a barreras físicas para poder llegar a los lavabos. Este es un problema recurrente, según los encuestados, que afecta especialmente a los festivales masivos. El Big Sound de Valencia, por ejemplo, fue señalado como el único festival donde los asistentes no encontraron ningún baño accesible.
Lina Soler, portavoz de Cocemfe CV (Confederación de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad Valenciana), ha criticado duramente estas carencias. “El que veiem moltes vegades és que, tot i que inclouen un espai adaptat per a veure el concert, la persona en cadira de rodes no hi pot arribar”, explica Soler. Esta falta de previsión genera situaciones frustrantes para muchos asistentes. Como ejemplo, Soler menciona el caso de una joven que, en 2022, interpuso una reclamación contra el Ministerio de Consumo después de renunciar a asistir al Arenal Sound debido a la falta de accesibilidad.
Itinerarios complicados y la ausencia de transporte adaptado
El acceso a los festivales y la distribución de los espacios son otras de las grandes barreras que afrontan las personas con discapacidad. Según el informe, en nueve de los 17 festivales valencianos analizados no es posible recorrer los recintos sin enfrentarse a obstáculos como sots, desniveles o la ausencia de rampas. Además, diez de estos festivales no cuentan con transporte adaptado para personas con movilidad reducida, lo que dificulta enormemente la llegada y salida de los recintos.
En cuanto al aparcamiento, cinco de los festivales no disponen de plazas reservadas para vehículos adaptados, lo que agrava la experiencia de los asistentes que dependen de estos servicios. Solo en festivales como Legendes del Rock de Villena y el Pirata Beach Festival de Gandía las barras de comida y bebida estaban a una altura adecuada para que una persona en silla de ruedas pudiera hacer un pedido sin ayuda externa.
La accesibilidad web: otro obstáculo invisible
El acceso a la información antes de asistir a un festival es crucial, pero el estudio revela que la mayoría de las páginas web de estos eventos no ofrecen suficientes detalles sobre las medidas de accesibilidad disponibles. De hecho, los sitios web del Festival de les Arts, el Festivern de Tabernes de la Valldigna, el Iberia Festival de Benidorm y el Festival Mediterrània de Gandía fueron calificados como los peores en términos de accesibilidad.
Para Cocemfe, la solución pasa por ofrecer una “pestanya específica amb tota la informació”, que incluya detalles sobre las infraestructuras accesibles, un mapa del recinto y un número de teléfono para que los usuarios con discapacidad puedan resolver sus dudas. “Ningú vol una mala experiència”, afirma Soler, subrayando que la falta de información puede desmotivar a las personas con discapacidad de asistir a estos eventos.
Espacios adaptados: ¿suficientes o mal diseñados?
A pesar de que la mayoría de los festivales valencianos incluyen plataformas o espacios reservados para personas en sillas de ruedas, la realidad es que muchas veces estos espacios no están bien diseñados o son difíciles de acceder. Según Soler, “la distància és clau” para una buena experiencia, ya que las plataformas a menudo están tan alejadas del escenario que los asistentes con movilidad reducida apenas pueden disfrutar del espectáculo. Además, la falta de personal de apoyo que ayude a estas personas a moverse por el recinto es otro de los puntos débiles detectados.
La accesibilidad, un valor añadido para los festivales
A pesar de las carencias identificadas, desde Cocemfe se hace un llamamiento a los organizadores de festivales para que consideren la accesibilidad no como una obligación, sino como una ventaja competitiva. En palabras de Soler, “l’accessibilitat sempre és un avantatge competitiu” que puede atraer a un público más diverso y generar una experiencia más inclusiva. Según la entidad, incorporar medidas de accesibilidad no solo beneficia a las personas con discapacidad, sino que también es una oportunidad para que los festivales se diferencien en un mercado saturado.
Esta visión es compartida por Music For All, que está trabajando junto con asociaciones como Cocemfe, la ONCE y el Centro Nacional de Personas Sordas para desarrollar un “segell de qualitat” que acredite a los festivales que cumplen con los estándares de accesibilidad. Este sello permitirá a los asistentes saber de antemano qué eventos están preparados para recibir a personas con discapacidad, ayudando a planificar su experiencia de manera más segura y confiada.
Una tarea pendiente a nivel nacional
El problema de la accesibilidad en los festivales no es exclusivo de la Comunidad Valenciana. A nivel nacional, el estudio de Music For All revela que solo el 6% de los festivales cuentan con una web accesible, y que en más del 70% de los casos los asistentes consideran difícil encontrar información clara sobre las medidas de accesibilidad. Además, solo el 56,88% de los festivales del país ofrecen transporte adaptado, lo que demuestra que la accesibilidad sigue siendo una asignatura pendiente en la industria musical española.
Otro aspecto que destaca el informe es la falta de previsión en la organización de las zonas VIP, que a menudo no están diseñadas para personas con problemas de movilidad. Las plataformas elevadas y las escaleras sin alternativas accesibles son obstáculos recurrentes en muchos eventos.
Mirando hacia el futuro: ¿más accesibilidad en los festivales?
Aunque el camino hacia la plena accesibilidad en los festivales valencianos y españoles parece largo, iniciativas como la de Music For All ofrecen una luz de esperanza. Al crear conciencia sobre los problemas que enfrentan las personas con discapacidad y trabajar en colaboración con las asociaciones, se está avanzando hacia un futuro donde la inclusión sea una parte integral de la planificación de estos eventos.
Reflexión final: ¿Es posible un festival para todos?
Con cada vez más festivales y un público más diverso, la accesibilidad no debería ser un lujo, sino una necesidad básica. ¿Crees que los festivales deberían priorizar estas mejoras o es solo una parte más de un sector saturado que busca sobrevivir?