Las huestes de Joaquín Caparrós cosecharon en Sevilla un valioso punto que le deja con 17 en la zona tranquila de la tabla, tras salir ‘vivos’ del feudo bético en un partido arbitrado por el colegiado López López en sustitución del titular, lesionado, y en el que el guardameta costarricense del Levante, Keylor Navas, volvió a erigirse en protagonista al rechazar un penalti ejecutado por el casi siempre fatídico Molina. Y no contento con la gesta, la repitió después al obligar el de negro a repetir el lanzamiento. Inolvidable.
El Betis arrancó con Molina y Chuli en punta de ataque para intentar romper el juego ordenado y físico del Levante, un equipo que cada vez más demuestra asentarse muy bien en el terreno de juego sabiendo lo que se hace y lo que se debe de hacer. En ello, Joaquín Caparrós tiene parte de mérito, pero es algo que a los granotas se les ve casi desde los tiempos de Luis García. Y así, aguantaron el tipo ante un voluntarioso Betis que, de la mano de Pepe Mel, también ha crecido lo suyo.
Pero anoche había un hombre llamado Navas que estaba dispuesto a personificar el espíritu granota: portentoso despliegue físico el del costarricense, colocando un muro frente a su portería que los verdiblancos no fueron capaces de echar abajo.
Desde los primeros minutos del encuentro, Juanfran (el del Betis) fue capaz de ganarle la partida a su homónimo del Levante -lo que tiene mérito habida cuenta del derroche de fuerza y ganas del veterano granota- y habilitó a sus puntas, y en la otra banda Juan Carlos conseguía lo propio. Pero en el centro reinaban Rodas y David Navarro de forma incontestable, lo que dificultaba la finalización verdiblanca.
Mientras tanto, Chica e Ivanschitz se iban calentando hasta que el bético vio la cartulina amarilla. Luego éste se autoexpulsaba con un agarrón para miopes en el centro a Baba Diawara, y dejó a su equipo con diez. El ‘marrón’ no amilanó a los de Mel y, de hecho, fueron los mejores minutos de los locales con un Verdú que se dejó todo en el campo pero ni así lograron agujerear la puerta de Navas.
Llegó el minuto 38 y una de las jugadas clave: Chuli daba un pase de lujo a Jorge Molina para que éste batiera en el mano a mano a Navas, pero el linier quiso hacerle un regalo al Levante al no llevarse las gafas al campo, y marcó fuera de juego. Nadie iba a discutir. Para una vez que el agravio lo recibe el contrario…
En la reanudación, los béticos comenzaron a sufrir el cansancio por el esfuerzo del primer tiempo, y el Levante comenzó a tomar posiciones para probar suerte y lanzarse a por el partido. Pero ayer la mecha no acababa en la carga de pólvora necesaria. Tanto es así que fue David Navarro el que la tuvo, mandando un remate de córner al palo. La parroquia bética sudaba sangre, viendo a los suyos fundidos y a los levantinistas comenzando a inquietar con insistencia la portería de Andersen.
Y en la siguiente jugada, el penalti. Vadillo le daba un pase interior a Molina que obligaba a Navas a derribar al delantero bético. Los dos protagonistas se citaban en el duelo de los once metros y el meta granota se lucía en una estirada de las que se recordarán por tiempo… Pero al sustituto arbitral se le ocurrió que se había adelantado demasiado el héroe granota y le retó a repetir la hazaña. Y la repitió. De nuevo se estiró como un jaguar y conjuró el peligro. Y como si le hubieran pedido repetirlo catorce veces. Navas tiene esas cosas, porque poco después repetía paradón ante Vadillo en un remate del verdiblanco.
También hay que contar que en el otro área, Babá Diawara impedía involuntariamente que Barral marcara para el Levante… Cosas que pasan. Pero el empate se daba por bueno, y coloca al Levante con 17 puntos en una cómoda 7ª plaza, a apenas dos puntos de zona europea, y eso porque el Getafe dio la campanada cargándose al verdugo del eterno rival, el Valencia, el domingo pasado, el Villarreal, a domicilio (0-2).
VLC Noticias / Javier Furió. Fotos: Jorge Ramírez / Levante UD