El PSPV denuncia el “desalojo” de municipios en Fitur, mientras Turismo califica el asunto de “polémica absurda y artificial”
La reciente decisión del gobierno de la Generalitat, bajo el liderazgo de Carlos Mazón, de limitar el espacio de los municipios valencianos en Fitur ha generado un conflicto en el que el PSPV-PSOE y la Conselleria de Turismo se acusan mutuamente. En un contexto donde el escaparate turístico se vuelve un terreno político, la controversia sobre los “mostradores negados” apunta a ser mucho más que un mero desacuerdo logístico.
Fitur y el protagonismo de los municipios valencianos
Cada enero, la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en Madrid atrae a visitantes de todo el mundo, y las autonomías españolas despliegan sus mejores encantos para captar turistas. Para la Comunitat Valenciana, Fitur representa una oportunidad de oro para promocionar su amplia diversidad turística, que va desde playas hasta rutas de interior, pasando por una gastronomía inigualable. Pero este año, en lugar de celebrarse como una gran muestra del trabajo conjunto entre el gobierno valenciano y los municipios, parece que la feria abrirá sus puertas en medio de una tormenta política.
El PSPV-PSOE ha sido especialmente crítico, denunciando que el gobierno de Mazón ha optado por una estrategia que deja fuera a varios municipios al negarles los mostradores que tradicionalmente ocupaban en el evento. Desde su perspectiva, esto no solo priva a las localidades de la oportunidad de representar su oferta turística, sino que también envía un mensaje de exclusión a los ayuntamientos gobernados por el partido opositor.
La respuesta de Turismo: “una polémica absurda”
Ante la denuncia, la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo ha sido contundente: la acusación de los socialistas es “absurda” y “demagógica”. Argumentan que la nueva disposición busca optimizar el espacio y garantizar una “representación más eficiente y unificada” de la Comunitat Valenciana. En palabras de sus portavoces, la feria no debería convertirse en una “hoguera de vanidades”, sino en una oportunidad real para mostrar lo mejor de la región.
Pero, si bien desde Turismo insisten en que el cambio de modelo responde a una necesidad de reestructuración, las críticas del PSPV plantean una visión muy distinta. Para ellos, esta decisión es un intento de “centralizar” la imagen de la Comunidad en una propuesta única, limitando la diversidad de la representación que han tenido tradicionalmente los municipios.
¿Un debate sobre el espacio o una cuestión de poder?
El desacuerdo sobre los mostradores en Fitur tiene, en el fondo, una dimensión política que trasciende la logística del evento. Desde el PSPV consideran que la Generalitat está ejecutando una estrategia para disminuir la visibilidad de ciertos municipios gobernados por socialistas. Según sus líderes, esta decisión se alinea con una serie de políticas “centralizadoras” que han caracterizado el mandato de Mazón desde que asumió el cargo.
Sin embargo, el gobierno valenciano sostiene que el modelo de mostradores individuales ya no es viable en una feria que exige una presentación más cohesionada. Aseguran que, con el nuevo enfoque, se busca evitar el desorden y ofrecer una imagen que permita una “mayor sinergia” entre las distintas áreas de la Comunidad.
El dilema de la representación en Fitur: ¿centralización o estrategia?
La propuesta del gobierno autonómico plantea un dilema sobre el tipo de representación que debería llevar la Comunitat a un evento internacional. En el pasado, Fitur ha sido una plataforma en la que cada localidad desplegaba sus particularidades, permitiendo a los visitantes conocer la diversidad cultural y geográfica de la Comunidad. Pero la administración de Mazón insiste en que, en un mercado globalizado y competitivo, la presencia valenciana debe evolucionar hacia una presentación “más homogénea y profesional”.
Desde la Conselleria, destacan que no es una “exclusión” de municipios, sino un esfuerzo por consolidar la marca valenciana, evitando que se disperse en un sinfín de mostradores. De hecho, aseguran que cada municipio tendrá su espacio dentro del pabellón autonómico, pero en un formato distinto al de años anteriores.
El PSPV denuncia el “fondo político” de la decisión
Para el PSPV-PSOE, sin embargo, la justificación de la Generalitat no es más que un pretexto. Sostienen que esta “centralización” oculta una agenda política que busca minimizar la influencia de ciertos ayuntamientos socialistas, quienes llevan años participando activamente en Fitur. Desde la perspectiva socialista, se trata de una maniobra que busca consolidar la imagen del gobierno de Mazón en detrimento de la diversidad municipal, una estrategia que, según afirman, responde más a la política que a la promoción turística.
Esta acusación, aunque firme, se enfrenta a la defensa que han esgrimido desde el gobierno autonómico. La Conselleria argumenta que el cambio de estrategia no está diseñado para beneficiar o perjudicar a ninguna administración local en particular, sino para fortalecer la imagen de la Comunitat en su conjunto. Aseguran que cada localidad recibirá el apoyo necesario para promocionar su oferta, aunque el modelo de visibilidad será diferente.
¿Es Fitur un evento para promocionar o para politizar?
Lo que resulta innegable es que Fitur, más que un simple evento de promoción turística, se ha convertido en un campo de batalla en el que se reflejan las tensiones políticas de la Comunitat Valenciana. En este sentido, la polémica sobre los mostradores denota una diferencia de visiones en cuanto a la proyección de la imagen valenciana. Por un lado, el gobierno autonómico parece apostar por una estrategia “unificada” que centralice los esfuerzos de promoción. Por otro lado, el PSPV ve en este modelo un intento de limitar la diversidad y la representación de los municipios.
La polémica abre además un debate de fondo: ¿Debería Fitur ser un escaparate en el que cada localidad brille por sí misma, o es más eficiente presentar una imagen cohesiva y unificada? La respuesta no es sencilla y depende de la visión que cada actor político tiene sobre el modelo turístico de la Comunidad. ¿Es una región diversa, que debe celebrar y mostrar sus múltiples facetas, o es una entidad que debe competir con una imagen unificada y sólida?
¿Una oportunidad perdida o una estrategia acertada?
Algunos expertos sugieren que el conflicto actual puede resultar en una “oportunidad perdida”. Según algunos analistas turísticos, la Comunitat Valenciana podría beneficiarse de una estructura que combine la presencia unificada con espacios de representación específica para cada municipio. Este modelo híbrido podría dar respuesta a ambas partes, permitiendo que la diversidad de la Comunidad brille dentro de una estrategia global coherente.
Por el momento, parece que cada parte seguirá defendiendo su postura. El PSPV continuará insistiendo en la importancia de la representación local y en la crítica a lo que consideran una “exclusión” política. Por su lado, la Generalitat mantendrá su defensa de un modelo turístico unificado, que proyecte la imagen de una Comunidad fuerte y cohesionada.
Reflexión final: ¿Es Fitur un reflejo de la política local?
Fitur es un escaparate global, pero la polémica actual refleja tensiones locales que, en última instancia, podrían afectar la forma en que se proyecta la Comunidad Valenciana al resto del mundo. ¿Es posible encontrar un equilibrio que permita a cada municipio su protagonismo sin sacrificar la cohesión?