El cocinero y creador de contenido del Santo Espíritu del Monte narra cómo se enfrentó al agresor que irrumpió en el convento, dejando a uno de los frailes en estado crítico. La comunidad valenciana se une en apoyo tras el impactante suceso.
En la tranquila mañana del sábado, el Monasterio del Santo Espíritu en Gilet, Valencia, fue sacudido por un inesperado acto de violencia. Fray Ángel Ramón, conocido tanto por su vocación religiosa como por su faceta de youtuber y cocinero del monasterio, fue testigo y víctima de un ataque que dejó a siete de sus compañeros heridos. El agresor, un hombre de 46 años que gritaba ser “Jesucristo”, irrumpió en el convento y, armado con palos y una botella de cristal, arremetió contra los monjes al azar, causando heridas graves a varios de ellos.
Fray Ángel Ramón, quien se encontraba en la cocina en el momento del ataque, fue el primero en escuchar los gritos provenientes de la planta superior. Pensando que alguno de sus hermanos había sufrido una caída, subió rápidamente para encontrarse con una escena desgarradora: el hombre golpeaba violentamente a sus compañeros, uno tras otro, utilizando un bastón, un báculo y una botella de cristal. “Era un completo caos”, describió Fray Ángel en declaraciones a los medios. “Iba de habitación en habitación, atacando a los frailes sin ninguna razón aparente. Estaba como enajenado”.
Un acto de valentía en medio de la tragedia
A pesar del miedo y la sorpresa, Fray Ángel decidió intervenir para intentar detener al agresor y proteger a sus compañeros. Durante el forcejeo, sufrió lesiones leves, pero logró que el hombre finalmente huyera hacia las montañas que rodean el monasterio. “Un poco asustado sí que estoy, porque estamos en medio del campo, y da miedo pensar que pueda volver”, confesó. Sin embargo, destacó la muestra de apoyo que recibieron de vecinos y personas cercanas, quienes se acercaron al convento para brindar ayuda y ofrecerse a acompañarlos “todo el tiempo que sea necesario”.
Los heridos y la atención médica
El ataque dejó heridas de diversa gravedad a siete frailes, quienes fueron trasladados de inmediato a hospitales cercanos para recibir atención médica. Entre ellos, Juan Antonio Llorente, un monje de 76 años, permanece en estado crítico en la UCI del Hospital Clínico de Valencia, debido a un traumatismo craneoencefálico severo. Otros tres frailes, de 57, 66 y 95 años, sufrieron traumatismos y contusiones, y se encuentran hospitalizados en el hospital de Sagunto. La comunidad franciscana, compuesta por apenas siete frailes, ha quedado profundamente afectada tanto física como emocionalmente por este acto de violencia.
La respuesta de la Guardia Civil y el Ayuntamiento de Gilet
Tras el ataque, varias patrullas de la Guardia Civil comenzaron una intensa búsqueda en la zona para localizar al agresor. Finalmente, en la madrugada del domingo, el hombre fue detenido y trasladado al cuartel de la Guardia Civil en Puçol, donde permanece a la espera de pasar a disposición judicial. El Ayuntamiento de Gilet, en un mensaje de redes sociales, confirmó la detención y agradeció a las fuerzas de seguridad “su enorme trabajo”. Además, en un mensaje de calma para la comunidad, el consistorio aseguró que se tomarían las medidas necesarias para preservar la seguridad del monasterio y sus habitantes.
Un ataque que sacude a la comunidad y plantea preguntas sobre la seguridad
La irrupción violenta en el Monasterio del Santo Espíritu ha generado gran conmoción en Gilet y en toda la Comunidad Valenciana. Este convento franciscano, fundado en el siglo XIII, es un lugar de recogimiento y espiritualidad que recibe regularmente a visitantes en busca de paz, y donde los monjes llevan una vida dedicada a la oración y la reflexión. La comunidad franciscana y los vecinos de Gilet se han mostrado especialmente afectados, dado que el monasterio es un símbolo de serenidad y encuentro espiritual.
El impacto de este episodio ha generado también una reflexión sobre la seguridad en monasterios y espacios religiosos que, en general, mantienen una política de puertas abiertas. Tras este suceso, algunas autoridades han sugerido la posible instalación de sistemas de vigilancia en los monasterios, una medida que, aunque pensada para proteger a sus residentes, podría alterar el ambiente de paz y acogida que caracteriza a estos lugares.
Fray Ángel Ramón y la comunidad franciscana: una fe que sigue adelante
A pesar del miedo que el ataque ha generado, Fray Ángel Ramón subrayó la fuerza espiritual que lo motiva a continuar con su vocación y su vida en el monasterio, un lugar que considera su hogar y donde encuentra un sentido de propósito. Este monje youtuber, conocido por compartir en su canal de YouTube la vida cotidiana en el convento y recetas de cocina, expresó su confianza en que el amor y la solidaridad que han recibido de la comunidad serán el sostén que les ayude a superar este difícil momento.
Por su parte, los franciscanos del Sagrado Corazón emitieron un comunicado en el que condenaron el ataque y pidieron también por el agresor, con la esperanza de que tome conciencia del daño causado. “Nos unimos en oración por nuestros hermanos heridos, con las lesiones en el cuerpo y el dolor en el alma por lo vivido, que deja una profunda huella en quienes lo han sufrido”, expresaron.
Un acto de solidaridad: la comunidad valenciana se une por el monasterio
La respuesta de la comunidad ha sido rápida y solidaria. Los vecinos de Gilet y personas de localidades cercanas han acudido al convento para mostrar su apoyo y prestar ayuda a los monjes franciscanos. Las redes sociales también se han llenado de mensajes de aliento y oraciones por la pronta recuperación de los frailes. La comunidad de Gilet se ha unido para proteger y cuidar el monasterio del Santo Espíritu, un lugar que consideran patrimonio cultural y espiritual de toda la región.
La pregunta al lector
¿Crees que los espacios de retiro y monasterios deberían implementar medidas de seguridad adicionales o es importante mantener su esencia de paz y apertura? ¿Cómo crees que la comunidad puede apoyar a estos lugares para que sigan siendo refugios de espiritualidad y recogimiento?