RadarCovid, Metoca, Igualdad Digital, y el “Pajaporte”: repasamos las aplicaciones públicas que no solucionaron nada y dilapidaron fondos públicos.
La tecnología como espectáculo político
En los últimos años, el gobierno español ha lanzado una serie de aplicaciones que prometían revolucionar la vida de los ciudadanos. Sin embargo, más que soluciones tecnológicas, estas iniciativas parecen ser estrategias de marketing político financiadas con dinero público.
El patrón se repite:
- Anuncios impactantes con grandes titulares.
- Desarrollo apresurado de aplicaciones con fondos europeos o nacionales.
- Uso limitado y nulo impacto real.
- Desaparición silenciosa cuando se agotan los recursos.
El resultado: más de 5,7 millones de euros gastados en proyectos que hoy nadie recuerda ni reclama.
El rastro del dinero: apps que no cumplieron con su promesa
RadarCovid: el fiasco del rastreo de contagios
- Año de lanzamiento: 2020.
- Objetivo: Rastrear contactos de COVID-19 y frenar la propagación del virus.
- Coste total:4,2 millones de euros.
- 2 millones para desarrollo y mantenimiento.
- 2,2 millones para campañas de promoción.
- Resultado:
- Solo el 21% de la población descargó la app.
- Identificó apenas el 1,17% de los contagios totales.
- Estado actual: Retirada en 2022, dejando un balance claramente negativo.
Metoca: el repartidor de tareas domésticas que nadie pidió
- Año de lanzamiento: 2023.
- Objetivo: Facilitar la distribución de las tareas del hogar entre los miembros de una familia.
- Coste total: 211.750 euros.
- Resultado:
- Solo 11.201 descargas (equivalente al 0,02% de la población).
- Los usuarios se quejaron de que la app era más una carga que una ayuda, ya que usarla requería mucho tiempo y esfuerzo.
- Estado actual: Descontinuada tras un año de funcionamiento.
Cartera digital Beta (“Pajaporte”): la puerta cerrada al porno
- Año de anuncio: 2023 (aún en desarrollo).
- Objetivo: Restringir el acceso de menores a contenido pornográfico mediante la verificación de edad.
- Coste estimado: 500.000 euros.
- Resultado:
- Todavía no se ha implementado.
- Críticas por su escaso alcance, ya que solo afecta a páginas pornográficas españolas, que representan una mínima parte del tráfico en este sector.
- Estado actual: Pendiente de implementación, con grandes dudas sobre su efectividad.
Igualdad Digital: inclusión que nadie vio
- Año de lanzamiento: 2022.
- Objetivo: Promover la igualdad de género mediante una plataforma digital inclusiva.
- Coste estimado: 300.000 euros.
- Resultado: Sin datos de uso ni impacto relevante, la app desapareció silenciosamente.
- Estado actual: No disponible.
Nube educativa: tormenta en el sector escolar
- Año de lanzamiento: 2021.
- Objetivo: Crear una plataforma para mejorar la comunicación entre profesores, padres y alumnos.
- Coste total: 350.000 euros.
- Resultado:
- Problemas técnicos constantes.
- Escasa adopción en los colegios, que optaron por alternativas privadas más funcionales.
- Estado actual: Descontinuada y reemplazada.
¿Por qué fallan estas apps?
Según expertos, el problema no radica tanto en la tecnología, sino en el enfoque:
- Proyectos sin demanda real: Las apps no responden a necesidades concretas de los ciudadanos.
- Diseños ineficaces: Falta de ergonomía, funcionalidad limitada y problemas técnicos.
- Enfoque propagandístico: Más que resolver problemas, buscan generar titulares y ganar puntos políticos.
- Falta de continuidad: Los proyectos se abandonan tan pronto como se terminan los fondos públicos o europeos.
El impacto invisible: el verdadero coste del fracaso
El gasto acumulado en estas aplicaciones supera los 5,7 millones de euros, una cifra que podría haber tenido un impacto significativo en áreas más críticas, como la mejora de trámites administrativos en línea o el desarrollo de plataformas educativas funcionales.
Como señala un analista:
“Si nadie echa de menos estas aplicaciones cuando desaparecen, es porque nunca resolvieron un problema real.”
Reflexión final: ¿Es Alia la solución o el próximo fiasco?
Con el anuncio de Alia, una inteligencia artificial pública en español y lenguas cooficiales, el gobierno promete un cambio de enfoque. Sin embargo, su historial de fracasos tecnológicos plantea una duda razonable:
¿Será Alia la herramienta transformadora que España necesita o simplemente otro proyecto efímero que desaparecerá en silencio?
¿Qué opinas de este ciclo de promesas incumplidas? ¿Es hora de replantear la estrategia digital del gobierno? ¡Participa en la conversación!