El edificio de la antigua discoteca ‘Arena Auditorium‘ hoy abandonado y en una precaria situación que ha tenido en ascuas a los vecinos en repetidas ocasiones en los últimos tiempos -hace unos meses se produjo un pequeño incendio en una de sus cubiertas- vuelve a meter el susto en el cuerpo de vecinos y transeúntes.
Como consecuencia de las fuertes rachas de viento que azotan la ciudad desde primeras horas de la mañana, el cartel de neón que corona la torreta recayente a la calle Círculo de Bellas Artescon la palabra ‘Arena‘ dibujada en chapa de metal y neón, amenazaban con ir desprendiéndose de su soporte, con el consecuente peligro para los transeúntes y el cercano tráfico rodado de la calle Emilio Baró, con la que este edificio hace esquina.
Uno de nuestros redactores, que pasaba por los aledaños, se percató de la situación e inmediatamente llamó al 091 para dar cuenta del peligro y, en menos de cinco minutos, dos patrullas de la Policía Nacional y una de la Policía Local se personaban en el lugar para acordonar la zona bajo el cartel e impedir así que el mismo pudiera caer sobre algún peatón, toda vez que realizaban las gestiones oportunas para obtener paso hasta el propio cartel.
Pronto se personó en el lugar una dotación de los Bomberos que, gracias a la escalera extensible, se acercaron hasta el cartel y procedieron a serrar la letra ‘A’, que era la que amenazaba con caer, y retirar los tubos de neón que quedaban -ya habían caído algunos- para evitar posibles accidentes.
Las maniobras de los dos bomberos que subieron hasta la posición del cartel tuvieron que ejecutar con cuidado las tareas de retirada de la letra y los tubos de neón, dado que las ráfagas de viento aún eran importantes y no estaba exento de peligro. Felizmente, todo quedó en un susto.
El edificio de la antigua discoteca Arena continúa sumando capítulos a ya larga trayectoria de degradación del edificio, ante el que las asociaciones vecinales han elevado ya quejas de toda índole para que se tomen medidas al respecto, pero mientras tanto, la integridad del inmueble sigue deteriorándose y, por consiguiente, creciendo el peligro derivado de su posible caída.
VLC Noticias | Javier Furió