A partir de la ocupación cristiana de Jaume I ya existieron en la ciudad algunos distritos o barrios que por hallarse algo apartados del centro de la población se les denominaba pobla, como lo fueron la Pobla de En Mercer, la Pobla Llarga y la Pobla Vella y la Pobla de les fembres peccadrius, donde estaba ubicado el lupanar. Éste ocupaba en un principio la calle que se llamó del Portal Nou, para posteriormente situarse entre el espacio de una calle sin salida llamada Hort del Partit, comprendiendo parte de En Cendra y la Corona, terrenos de la actual Casa de Beneficencia.
…distritos o barrios que por hallarse algo apartados del centro de la población se les denominabapobla, como lo fueron laPobla deEn Mercer,laPobla Llargay laPobla Vella…
Destaca una exacta descripción que sobre el lugar escribió Antoine de Lalaing, viajero que acompañó a Felipe El Hermoso en 1502:
(…) se dirigieron a la casa donde habitaban las mujeres públicas, que era tan grande como un pueblo pequeño, estaba rodeada por una gruesa pared con una sola puerta. A la entrada del burdel había un portero (…) En este lugar hay tres o cuatro calles llenas de casitas en las que habitan 200 ó 300 hermosas jóvenes vestidas ricamente con telas de terciopelo y seda, cuyas moradas están graciosamente adornadas y con suma limpieza. Por yogar en este burdel, se pagan cuatro dineros valencianos. Esta posesión tiene dentro todo lo necesario para los que habitan y visitan, pues en ella hay tabernas y tiendas de todo género. El mucho calor que hace dentro, no permite que se vea bien de día, y así es, que se visita por la tarde y por la noche, en cuyas horas las bellas mancebas se sientan a las puertas de sus viviendas, teniendo delante una graciosa lámpara encendida, a fin de los que las solicitan o visitan por curiosidad, puedan mejor verlas. La ciudad paga dos médicos que viven allí mismo, los cuales tienen obligación de visitar y reconocer a las jóvenes todas las semanas.
…tres o cuatro calles llenas de casitas en las que habitan 200 ó 300 hermosas jóvenes vestidas ricamente con telas de terciopelo y seda, cuyas moradas están graciosamente adornadas…
La decadencia de la Mancebía o Partit, comenzó a apreciarse a principios del siglo XVII, ante las fuertes presiones a que ésta se vio sometida. Las casitas y los muros se derribaron. Los terrenos fueron vendidos para una nueva urbanización al oeste de la ciudad. Y quedaron para el recuerdo la actual calle de los Huertos y… les dones de cadireta.
…las bellas mancebas se sientan a las puertas de sus viviendas, teniendo delante una graciosa lámpara encendida, a fin de los que las solicitan o visitan por curiosidad, puedan mejor verlas.
A.P.R.S. = Archivo Privado de Rafael Solaz