El director general de Medio Natural, Alfredo González, ha asegurado que la inclusión de los territorios en la Red Natura 2000 debe ser entendido como una oportunidad y no como una carga para los municipios. Una oportunidad de desarrollo y para revitalizar las zonas de interior de la Comunitat Valenciana.
González ha realizado estas declaraciones tras el encuentro mantenido con alcaldes y representantes municipales de la comarca de L’Alt Maestrat y la Plana Alta a quienes ha explicado qué es y qué supone la Red Natura 2000 y las normas de gestión de los territorios incluidos en ella. Unas normas que deben elaborarse por imposición de la directiva europea, igual que en el resto de España.
En esta reunión, el director general ha podido, igualmente, escuchar a los intereses afectados y tomar nota de sus opiniones y propuestas para tratar de hacerlos compatibles con las obligaciones de conservación que establecen las directivas europeas.
“Además, hay que descartar la opinión de que en estas zonas, una vez incluidas en la Red, ya no sé puede realizar ningún tipo de actividad; en estos espacios protegidos sí pueden realizarse determinadas actuaciones siempre y cuando se compatibilicen con la conservación de los recursos naturales y sigan lo establecido en las normas de gestión”.
Según la normativa, antes de autorizarse determinadas actuaciones debe realizarse la evaluación de repercusiones y tras esta evaluación si se determina que no hay afección se aprueba. A fecha de hoy, el 98% de los expedientes se resuelven favorablemente, por lo que es totalmente factible la compatibilización de los recursos y el desarrollo del territorio.
Es decir, que hoy por hoy, ya existe una tutela de la conselleria sobre los espacios incluidos en la Red Natura 2000 y lo que pretenden las normas es cumplir con la obligación de evaluar el estado de conservación de los hábitats, definir medidas de gestión y simplificar los procesos de evaluación de repercusiones.
Más de 870.000 hectáreas
En la actualidad, en la Comunitat Valenciana existen más de 870.000 hectáreas terrestres, algo más del 37% de la superficie total, y más de 64.200 hectáreas marinas, lo que pone de manifiesto la riqueza ecológica de la Comunitat Valenciana.
Tras la inclusión de un territorio en la Red Natura 2000 se adquiere el compromiso de mantener o recuperar un estado de conservación de determinados hábitats o especies para lo que se adoptarán una serie de medidas de conservación, para evitar el deterioro de los hábitats y medidas preventivas. Todo este conjunto de medidas se engloban en los planes de gestión y normas que se han de elaborar.
Estas normas siguen una tramitación muy clara, y con todas las garantías de información pública y audiencia a los interesados; en primer lugar el documento de consulta a Evaluación Ambiental estratégica, a continuación el borrador de normas; la audiencia pública, el informe de alegaciones, el dictamen del Consejo Jurídico Consultivo y, por último, la aprobación del Consell.