Valencia Noticias | ACNUR/UNHCR.- Las condiciones de acogida para los refugiados que llegan a las islas griegas del Egeo Septentrional y el archipiélago del Dodecaneso están empeorando a pesar de los considerables esfuerzos que las autoridades locales y la sociedad civil están llevando a cabo. Cientos de refugiados siguen llegando cada día en embarcaciones neumáticas y pateras, lo que está generando una enorme presión para las comunidades de las islas que los acogen.
Desde principios de año, más de 55.000 refugiados han alcanzado Grecia por vía marítima desde Turquía. Las islas que reciben más refugiados son Lesbos (con unas 21.600 llegadas), Quíos (9.400), Cos (8.900), Leros (3.900) y Samos (3.500), aunque también están llegando a otras zonas de Grecia. Más del 90 por ciento de estas personas proceden de países que están sufriendo guerras y conflictos, principalmente de Siria (más del 60 por ciento de las llegadas en 2015), Afganistán, Irak y Somalia.
Se espera que la cifra de llegadas aumente aún más en el verano, ya que las condiciones meteorológicas favorables hacen que las travesías por mar desde Turquía continental sean menos peligrosas.
La policía, la guardia costera y las autoridades locales (regionales y municipales) han destinado más personal y recursos para afrontar esta crisis, pero siguen siendo insuficientes para cubrir las necesidades. Ciudadanos, voluntarios locales y ONGs han estado distribuyendo alimentos, agua, zapatos y ropa para los refugiados. Al ACNUR le preocupa principalmente que los refugiados con necesidades específicas, como los menores no acompañados, los ancianos, las embarazadas, las personas con discapacidad y las víctimas de tortura no estén recibiendo la atención adecuada.